9 de agosto de 2017
León, Guanajuato
El nuevo acuario cuenta con 15,000 animales, 300 especies marinas de todo el mundo entre las que están: caballitos de mar, pingüinos, tortugas, tiburones, rayas, medusas, corales, peces de arrecife, caballitos de mar, cocodrilos, entre otros. Cabe resaltar que la PROFEPA clasifica 15 especies marinas en peligro de extinción, entre las que destacan 7 especies de tortugas, así como la totoaba, el manatí del Caribe, el lobo fino de Guadalupe, la ballena franca, la nutria marina y el cangrejo. Es de interés que hasta ahora el Acuario del Bajío ha ocultado si entre sus animales tiene alguno en categoría de riesgo.
La empresa a cargo de este proyecto es Blau Life, que también cuenta con el Acuario Inbursa y el Laboratorio Submarino, en la Ciudad de México, así como el Acuario de Playa en Playa del Carmen. Según dicho grupo, el objetivo es inspirar pasión por la vida marina y crear protectores de ella. No obstante, resulta paradójico el hecho de proteger especies marinas cuando éstas se encuentran en cautiverio en estos acuarios.
Uno de los principales intereses de este proyecto es el económico sustentado por el turismo, como explica el periódico Milenio al respecto, es “que esta ciudad sea una de las más visitadas del país”, ya que Guanajuato tiene cercanía con otros estados como Jalisco, Michoacán, San Luis Potosí, entre otros.
La presentación del proyecto fue dirigida por Alejandro Nasta, en representación del Grupo Blau Life, los inversionistas del proyecto; Eduardo y Guillermo Arena, del Grupo Aryba; así como el secretario de Turismo del Estado de Guanajuato, Fernando Olivera Rocha y la directora de Turismo de León, Gloria Cano.
Dentro de las formas de explotación animal, el entretenimiento destaca ampliamente por considerarse normal e incluso sano. Sin embargo, este tipo de entretenimiento afecta el bienestar de los animales por la condición de confinamiento en que ellos se encuentran al ser meramente objetos expuestos al público. En estos lugares, los animales son condicionados a conductas antinaturales, forzados a realizar actividades que no hacen normalmente, limitados a nadar en círculos en un espacio muy reducido, alejados de sus organizaciones sociales naturales, y todo esto les causa frustración, tristeza y en muchos casos conducta agresiva.
Por ello, AnimaNaturalis rechaza la creación del Acuario de Bajío. “No podemos seguir considerando a los animales como objetos de entretenimiento y beneficio humano a costa de su libertad. En realidad, no aprendemos de los animales cuando ellos están fuera de su hábitat natural, limitados a un entorno artificial en cautiverio, condenados a vivir como atracciones de museos”, explica la Dra. Leonora Esquivel, fundadora de AnimaNaturalis Internacional.
Es pertinente destacar que en otros lugares las decisiones para los animales están tomando rumbos diferentes. Por ejemplo, el Acuario Nacional de Baltimore ha anunciado que mudará a los delfines de tanques de exhibición a santuarios marinos. Sin duda, esto es una medida más efectiva para los animales.
Así pues, se debe priorizar la cultura de respeto animal, misma que impulse a tomar medidas a través de educación y concientización a la sociedad civil sobre estas especies y su importancia de preservarlas en libertad.
AnimaNaturalis solicita al Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato y su titular a cargo, Juan Ángel Mejía Gómez, la observación al reciente Reglamento para la Protección de los Animales en el Municipio de León, Gto., para prestar atención a los daños físicos y psicológicos que sufren los animales en cautiverio, lo que ahora representa el Acuario del Bajío.
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