Ministro de Ambiente no detendrá el intercambio de Toninas

Valencia, Venezuela. El acuerdo de enviar dos toninas del Acuario "Juan Vicente Seijas" en Valencia a Corea del Sur a cambio de 500 mil dólares y un pez mandarín, es "maravillosamente beneficioso" para la región y el pueblo en general, manifestó el ministro del Ambiente, Alejandro Hitcher.

"Es una falta de respeto" con el pueblo coreano y los habitantes de Valencia, el hecho de oponerse a ultranza a todas las iniciativas gubernamentales, y en este caso del alcalde Edgardo Parra como parte de las relaciones internacionales sobre colecciones de fauna exótica". Ante ello, el ministro advirtió que las toninas viajarán a Corea" de igual manera. La entrega de firmas no lo detendrán".

Aunque el alcalde Parra aseguró que el convenio de intercambio de Artemis y Zeus con el Daejeon Aquaworld en Corea del Sur tiene vigencia de cinco años, y puede ser revocado en cualquier momento para solicitar su repatriación, Hitcher manifestó que el acuerdo "permanece toda la vida si se mantienen las condiciones adecuadas para cuidar a las toninas", pues muchos alcaldes antes han hecho intercambios de ese tipo.

Traslado en noviembre podría provocar neumonía en cetáceos

El veterinario Ernesto Boede sostiene que no es recomendable que el traslado de Artemis y Zeus a Corea del Sur se haga en noviembre, pues en ese tiempo será invierno en esa nación, y corren el riesgo de padecer neumonía, por cuanto respirarán aire frío y no están acostumbradas a eso.
Boede refirió que la última experiencia en el país en transporte de cetáceos data de abril de 1975, cuando fueron trasladadas a Alemania cinco toninas, porque para esa época la temperatura estaba en unos 25 grados.

AnimaNaturalis y Asoguau en contra de las medidas

AnimaNaturalis y la Fundación Asoguau se han manifestado contrarios, tanto al intercambio de toninas como del proyecto de reestructuración del Acuario de Valencia con los ingresos provenientes del convenio. Las razones de su posición son las siguientes:

• La captura de cetáceos es un procedimiento complicado, delicado y traumático no sólo para los delfines que son capturados sino para los demás miembros de su grupo, por ejemplo: Como es preferible capturar animales de poca edad muchas veces se separa a las crías de sus madres. Está probado que la asociación entre madre y cría favorece el crecimiento y su relación con los otros miembros del grupo.
• Los delfines recién capturados se encuentran en serio estrés: nunca han estado encerrados y se les limita sus movimientos. La poza en que se encuentran por primera vez carece de todos los estímulos sensoriales de su hábitat natural. Además se ven obligados a aceptar la presencia del hombre, en una suerte de "asociación forzada". En muchos casos, y especialmente en delfines de alta mar, la primera reacción de los animales es nadar directamente hasta estrellarse con las paredes de la poza, muriendo en el acto.
• Un delfín cautivo no reconoce inicialmente los peces muertos como alimento, de manera que se le debe alimentar a la fuerza mediante un tubo introducido directamente en su estómago.
• Para el transporte de animales cautivos de un Acuario a otro, los animales son sedados para tranquilizarlos durante el viaje. Sin embargo en ocasiones las dosis no son las adecuadas y los delfines no pueden ser reanimados al llegar a su destino.
• La reproducción de delfines en cautiverio no es un hecho frecuente. Sólo un pequeño número de delfines reproducidos en cautiverio han logrado sobrevivir y ninguno de ellos ha podido ser introducido a la nturaleza.

"Creemos firmemente en que la solución está en cerrar definitivamente el Acuario de Valencia y sus animales deben ser llevados a santuarios naturales. Donde puedan ser atendidos en espacios propios de su especie sin cautividad, explotación y menos que sigan siendo usados para entretenimiento",  anuncian los voceros de ambas organizaciones.

Rechazan enérgicamente la pretención de llevar las toninas del Acuario de Valencia a un similar en Corea del Sur y con más fuerza aún la insensatez de recibir un pez de las aguas del océano pacífico, por los peligros a la biodiversidad que ésto pueda generar.