Sra. Baseguren:
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Ayer leí su artículo sobre “animales que quieren ser artistas”. No se si usted escribió eso con afán de vender un reportaje, o es usted muy ingenua.
Ningún animal quiere ser artista, ningún animal quiere vivir en una jaula y ser privado de su libertad para aparecer en spots publicitarios o en películas.
Quienes crían animales “salvajes” se enriquecen a costa del maltrato animal.
Porque los animales aprenden a realizar ridículos números o a comportarse contra su naturaleza, a base de golpes, látigos, privación de alimento, mutilación de garras y colmillos, en el caso de los felinos o de los osos, separación de su grupo social.
El hecho de que estos animales hayan sido “criados en cautiverio”, no es una justificación para lo que se les hace. Animales que nunca han podido correr libremente, ni relacionarse naturalmente con miembros de su especie. Obligados a la convivencia con los humanos, quienes los utilizan para hacer dinero.
Usted misma lo menciona en su artículo: cebras difíciles de domesticar, lobos que se tornarán agresivos, lobas separadas de su madre a los tres meses de edad. ¿Realmente usted cree que esos animales aspiraban a ser artistas?
Los animales mal llamados “salvajes” son aquellos que han escapado a la domesticación y explotación, pero con artículos como el suyo parece que ni siquiera ellos quedan al margen.
Me hubiera gustado que mencionara las técnicas que Los Peralta utilizan para domesticar animales que por naturaleza no han de estar en contacto con los humanos. “Fauna y acción” no hace ningún favor a la preservación de las especie, no nos engañemos. Me hubiera gustado que usted hablara sobre la terrible estadística de que de cada cien tigres uno nace en libertad y sobrevive. Siendo nosotros los responsables de esas muertes.
Pero usted prefirió hablar de sometimiento y ensalzar el poder del fuerte sobre el débil, confundiéndolo con vocación artística. Lástima.
Atentamente,
Leonora Esquivel Frías
Presidente AnimaNaturalis Internacional
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