Similar o más grave aún es la situación de la mona papión del mismo circo. La primate de nombre “Daniela” es mantenida en una pequeña jaula que no satisface las dimensiones mínimas que estipula la ley. En la inmovilización del encierro, Daniela se ve diariamente expuesta a las extremas temperaturas del desierto de Copiapó, sin recibir agua ni alimentación suficiente. Dadas estas condiciones, la mona de especie papión ha desarrollado serios problemas de salud, como la tumoración en la zona genital que le impide desplazarse adecuadamente, y a pesar de la cual, solía ser obligada a subirse a montar un triciclo, como parte del show.
Gracias a la denuncia por maltrato animal (que sanciona el artículo 291 bis del Código Penal) de la agrupación “Refugio por la Vida Animal” de Copiapó, el pasado miércoles 6 de Octubre personal de Investigaciones y del SAG de Atacama se dirigió a la Población Borgoño, para retirar a la primate del circo. “La mona estaba en muy malas condiciones, y además que no cumplía con el protocolo de los circos que se tiene con el Sag, al no cumplir con la altura mínima para que se tenga al animal.”, ha declarado Mauricio Hidalgo, presidente de la Agrupación Refugio por la Vida Animal, al conocer la incautación del primate.
Daniela, en manos de la veterinaria Ma. Teresa Chang, fue trasladada al Centro de Rescate y Rehabilitación de Primates de Peñaflor (Región Metropolitana) para recibir la atención que su estado de salud amerita. Prontamente, por gestiones de la organización AnimaNaturalis Chile –representante en Chile de AnimaNaturalis Internacional-, la primate contará con una nueva y amplia jaula que le permita desplazarse con mayor libertad.
Sin embargo, mientras el fiscal a cargo del caso, sr. Alfonso Díaz, emite su veredicto para estos animales, la leona aún se encuentra en las indignas condiciones descritas junta a la planta y trapiche “Charito”, de la III Región.
Por ello, AnimaNaturalis llama a no asistir a circos que utilicen animales, argumentando que este caso de maltrato no es una situación excepcional, sino que representa la realidad de estos espectáculos itinerantes que, por su propia naturaleza, no pueden ofrecer un trato digno a los animales allí confinados. Asimismo, se invita a los dueños de estos circos a reorientar sus espectáculos a presentaciones libres de explotación animal.
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