Colombia - Lugares como Alemania, Canadá, el Reino Unido, Etiopía, Zambia, India, Australia, Puerto Rico y 34 Estados de Estados Unidos consideran ilegal esta práctica degradante. Es hora de que en Colombia se legisle al respecto y haga parte de este avance beneficioso no solo para los animales, víctimas de esta aberración, sino también para la integridad y desarrollo humano.
En Colombia, se han venido presentando un sin número de casos de bestialismo, zoofilia o zooerastia, es decir, relaciones sexuales con animales los cuales no han tenido ningún tipo de atención ni control pues dicho acto no se encuentra tipificado en nuestro carrete jurídico y sorprendentemente, tampoco hace parte del estatuto de protección animal ley 84 de 1989, reglamento que debería contener en sus artículos sanciones y altas penas para aquellos que realicen estas prácticas y el resarcimiento por los daños causados a estos seres.
Solo en Bogotá, se han reportado cerca de 15 casos en algunos lugares como Usaquén y Soacha, cifra que se tiene sin contar con los que quedan al encubierto; ciudades como Pereira y Cartagena no se quedan atrás con el agravante de los casos de bestialismo que se cometen en la costa bajo la absurda creencia de un acto como apertura en la sexualidad.
"Si bien se dan a conocer casos particulares de zoofilia, donde depravados violan animales que raptan de las calles, se está dando la preocupante situación de proxenetismo animal ya que se han creado burdeles y páginas web que promueven estas decadentes actuaciones" expresó Milena Cuítiva, Coordinadora de AnimaNaturalis internacional en Bogotá.
Esta práctica nunca va a tener ningún interés por el bienestar animal, todo lo contrario, está caracterizada por el egoísmo y arbitrariedad que se muestra en todos los abusos y violaciones que se han cometido a niños, mujeres y ahora animales de otras especies.
Desde AnimaNaturalis, rechazamos este tipo de aversiones que nos confinan cada vez más a la desigualdad y a la utopía de un mundo más justo y equilibrado para todos.
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