Por una parte se quiere luchar contra el comercio ilegal de aves que, según el cuerpo de Agentes Rurales, reporta unos beneficios anuales de 2,12 millones de euros por la venta ilegal de unas 106.000 aves, la mayoría de especies protegidas. Por otra parte, también se prevé incentivar la aplicación de medidas de control de bioseguridad desde un punto de vista sanitario para evitar posibles infecciones. Estos controles se harán en los establecimientos de venta de aves salvajes y se harán visibles allá donde haya un volumen importante de aves, ya sea en concentraciones de aves salvajes o en mercados ilegales. La Generalitat ha anunciado que la campaña comenzará este mes de junio y que se alargará durante todo el verano, época en que hay un auge en el tráfico de animales.
El cuerpo de Agentes Rurales del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda llevará a término las inspecciones en las tiendas de animales domésticos y actuará contra los traficantes de fauna. En cuanto a las policías locales, serán las encargadas de vigilar los mercados ilegales.
Siguiendo los pasos acordados, el ayuntamiento de Hospitalet ha informado que queda prohibida, con carácter permanente, la presencia en la ciudad de aves cautivas en muestras, exhibiciones y celebraciones culturales. Esta orden también establece que queda prohibido cualquier tipo de concentración de aves cautivas al aire libre y la liberación de palomas, actividad que existía en la cuidad hasta el pasado 1 de junio.
Fuente: El Punt
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