Agresivos o mal educados

Aunque hay razas creadas para la guardia y el ataque, expertos en la materia consideran que el comportamiento de un can está ligado a varios factores, pero principalmente a la educación que reciben.

16 enero 2006
Internacional.

Se les suele llamar amigos del hombre, pero a últimas fechas los ataques de perros han puesto en duda ese dicho. Razas como Rottweiler, Pit Bull y Dóberman se han convertido en sinónimos de fiereza y agresión, a tal grado que en varios países se ha restringido su cría y se han impuesto varios “candados” a quienes poseen estas razas.

Sin embargo, aunque hay razas creadas para la guardia y el ataque, expertos en la materia consideran que el comportamiento de un can está ligado a varios factores, pero principalmente a la educación que reciben.

Hace algunos años, un estudio realizado por el equipo de pediatría del hospital Juan Canalejo, de la Coruña en España, respecto a los niños atendidos por mordeduras de perros, concluyó que es mejor educar a los dueños de los perros en vez del propio perro.

La Sociedad Protectora de Animales San Francisco de Asís, de Chile, comenta en su página de internet que la intención de la mordida de un Rottweiler puede ser la misma que la de un French Poodle, es decir, utilizan la misma herramienta con distinta potencia. De esta forma, existen perros o razas que, por su peso y perfil temperamental, pueden ser difíciles de controlar o educar. El perro por naturaleza es un animal sociable y en muchos casos sus instintos han sido mermados por su convivencia con el hombre, pero algunos ejemplares aún disponen de un potencial instintivo importante, que los convierte en un peligro en manos de gente inexperta o irresponsable.

La misma organización considera que los perros no muerden ahora más que antes, pues han mordido siempre. Cualquier can, sea de la raza que sea, puede atacar a un ser humano, incluso matarlo, como desgraciadamente ha ocurrido; la diferencia está en el tamaño: sin duda un perro de 40 kilos es potencialmente más peligroso que uno de cinco.

Un ejemplo de esto ocurrió el 30 de diciembre pasado, cuando una jauría de feroces perros chihuahuas atacó a un policía que escoltaba a un adolescente a su hogar luego de detenerlo, en Freemont, California. Por las mordidas el agente fue llevado a un hospital.

Otros casos más graves ocurrieron este mes. En el Distrito Federal un niño de seis años de edad murió al ser atacado por un perro Mastín Napolitano en la azotea de su casa, donde acababa de soltar un globo que contenía su carta para los Reyes Magos. En Río de Janeiro, un Pit Bull mató a un niño recién nacido y devoró partes de su cuerpo.

¿Por qué atacan los perros? La Sociedad Protectora de Animales considera ocho motivos clave:

  • Perros maltratados o neurotizados. Incapaces de distinguir situaciones, reaccionan sorpresivamente de forma agresiva.
  • Perros entrenados.
  • Perros tímidos agresivos. Actúan por miedo y atacan al sujeto intimidador, generalmente a la espalda o huida de éste.
  • Perros dominantes, con gran potencial instintivo de tipo genético, desarrollado en un ambiente carente de autoridad y control. Se muestran afectivos salvo en situaciones de posesión de comida, pelotas, huesos o cualquier objeto que hacen suyo. Son perros que pueden ser muy peligrosos.
  • Perros con un exacerbado instinto de caza y presa. Persiguen motos, bicicletas o personas. En estos casos su deseo de cazar la pieza en movimiento los puede llevar a morder en zonas vulnerables o letales a niños.
  • Irresponsabilidad de algunos dueños al poseer perros de guarda y defensa sin tener precauciones.
  • Los perros asilvestrados, que, abandonados, forman manadas volviendo a despertar sus instintos de supervivencia.
  • Desconocimiento del comportamiento canino que hace que interrumpamos conductas muy instintivas —hembras gestantes o en celo, por ejemplo— pudiendo provocar la agresión.

En Estados Unidos, medio millón de personas son mordidas por perros anualmente, de las que 17 mueren en ese mismo lapso. Una de cada seis personas mordidas necesita atención médica. Un 80% de los perros que han mordido tienen dueño y los niños representan 70% de las víctimas.

Fuente: Yucatan.com

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