A todas horas nos bombardean con publicidad que nos cuenta cúan necesaria es la inclusión de la leche de vaca en nuestra dieta y los perjuicios que podemos sufrir si dejamos de consumirla. Debemos beber mucha leche y comer muchos productos derivados de ella: queso, yogurt, etc. nos repiten sin cesar.

Pero la realidad es que sólo los humanos tomamos leche después de la infancia, y ningún otro animal bebe la de otras especies. La leche de vaca está hecha para satisfacer las necesidades de los terneros, que tienen cuatro estómagos, duplican su peso en 47 días y llegan a los 362 kg. en menos de un año. Los productos lácteos se relacionan con afecciones cardíacas, cáncer, obesidad, diabetes y osteoporosis. Y aún más, su alto contenido de proteína animal elimina el calcio del cuerpo. Los países que beben más leche tienen los mayores niveles de osteoporosis, y ocurre lo contrario en Japón y China donde casi no se consumen lácteos. La leche también está llena de grasa, colesterol y otros ingredientes nocivos, como pesticidas, hormonas, dioxinas y antibióticos. Puedes obtener todo el calcio que necesitas comiendo brócoli, higos, legumbres, granos, cereales fortificados y otros vegetales. 

Vamos a conocer en qué condiciones viven esas vacas que nos dan su leche, que por otra parte en absoluto necesitamos.

¿Esto es normal?

La explotación de las vacas empieza cuando son seleccionadas genéticamente para ser destinadas al fin de la producción láctea. Cuando llegan a la edad de poder empezar a producir son subastadas en ferias o mercados y llevadas al lugar donde transcurrirá el resto de sus vidas, normalmente encerradas.

Todas las hembras mamíferas para poder producir leche han de convertirse en madres y la leche que se produce debe ir destinada a la alimentación de sus crías. Esto es muy fácil de entender pues esta norma es la misma para las madres humanas, tenemos hijos y nuestros pechos tienen leche durante todo el tiempo que estemos amamantando a nuestro hijo. En cuanto dejemos de hacerlo la leche desaparecerá.

Pero las vacas están dando leche constantemente ¿Cómo es posible? Debemos saber que se pasan la vida preñadas y pariendo. Son inseminadas artificialmente y cuando el ternero nace se le separa inmediatamente de la madre, lo que supone un gran trauma para ambos pues los lazos que les unen son muy fuertes.

Explotación de vacas por su leche

Las vacas de la industria láctea son sometidas a embarazos forzados, privación de libertad, ordeña intensiva y medicación. Las crías son separadas de sus madres al nacer, para que la leche que naturalmente le corresponde a los terneros sea comercializada.  Una vez el ternero nace y es retirado de la madre esta empieza a ser ordeñada y seguirá produciendo leche durante unos diez meses, y antes de que deje de dar leche volverá a ser inseminada otra vez y el proceso continuará así durante toda la vida de la vaca.

Las hembras tendrán el mismo destino que sus madres y los machos se convertirán en carne de ternera, blanda y pálida, para lo cual hay que tener a los pequeños, anémicos y encerrados en naves especiales donde no pueden moverse.

Casi todas las vacas lecheras suelen vivir en unas lamentables condiciones de hacinamiento y suciedad. Se les administran antibióticos, hormonas y tranquilizantes. Son ordeñadas de forma automática dos e incluso tres veces al día lo cual llega a producirles lesiones en las ubres y mastitis.

También debemos saber que sufren infecciones y toda clase de problemas en sus pezuñas ya que estas no son los zapatos más adecuados para vivir permanentemente sobre suelos de cemento.

Todos los parámetros están controlados en este tipo de explotaciones intensivas de vacas para la producción de leche. Se controla la cantidad de pienso que deben comer, la temperatura más conveniente para que la producción de leche no se resienta y por supuesto el tipo de iluminación, casi siempre artificial. Algunos granjeros han comprobado que un ciclo de 16 horas de luz y sólo 8 horas de oscuridad proporciona un mayor rendimiento.

¿Y después qué?

Las vacas víctimas de la explotación intensiva no viven más allá de 5 o 6 años, cuando su vida podría alcanzar una duración de 20 años, a partir de esta edad su producción láctea empieza a dejar de ser rentable y hay que deshacerse de ellas. Son enviadas al matadero para transformar sus despojos en las populares hamburguesas y salchichas baratas.

La producción de una vaca en una granja "familiar" esta entre 2.500 y 4.000 litros de leche al año, en una explotación industrial de vacas esta cantidad aumenta hasta los 6.000 litros al año. Pero no parece suficiente y se siguen probando métodos para que esta productividad aumente.

Las vacas lecheras son animales sensibles que manifiestan desajustes psicológicos y fisiológicos como resultado del estrés al que se encuentran sometidas.

¿Cómo puedo evitar esto?

Bebe leche de soja, almendras, avena, arroz o avellanas. Tienen todo lo necesario para tu nutrición y son un sustituto saludable que no daña a las vacas y sus terneros. ¡Atrévete a probarlas! Cada decisión que tomamos como consumidores significa la vida o la muerte de millones de animales. Está en nuestras manos evitar tanto dolor. Al elegir siempre la opción más compasiva, ayudamos a los animales y a nosotros mismos.


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