Jasper es un oso negro asiático (oso tibetano, oso del Himalaya), también conocido como "oso luna", por la media luna amarilla que tiene en el pecho. En el año 2000 llegó al Centro de Rescate de Osos Luna de Animals Asia en Chengdu, China, procedente de una granja de osos.

Cuando Jasper llegó, sus rescatadores tuvieron que sacarle de una minúscula "jaula de compresión" que le inmovilizaba para que el granjero pudiera extraer lucrativa bilis de su vesícula biliar. La bilis de oso es utilizada en la medicina tradicional china y se vende por un precio considerable. En China, el precio al por mayor es alrededor de unos 4000 yuan (aproximadamente 430 €) por kilogramo; cada oso produce hasta 5 kilogramos al año. Pero esto entraña un costo terrible.

Jasper pasó 15 años en su jaula. Otros osos pasan hasta 25 años en jaulas no mayores que sus cuerpos, sin poder apenas moverse. Los osos son ordeñados por su bilis dos veces al día. En China, los granjeros usan un rudimentario catéter insertado en la vesícula biliar o una herida permanentemente abierta. En Vietnam, utilizan agujas hipodérmicas.

A lo largo de los últimos 10 años, Animals Asia ha rescatado a 260 osos de granjas de osos chinas. Estos son los afortunados. El número oficial de osos criados en granjas en China es 7000, pero Animals Asia teme que la cifra real está más próxima a 10000.

Oso Jasper

A pesar de su obvia crueldad, la ganadería de osos es legal en China. Mientras que CITES, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas, lista a los osos negros asiáticos en el mayor nivel de peligro, China les otorga tan sólo protección de segundo nivel, lo que permite que sean criados en granjas. No hay estimaciones fiables de la población salvaje restante en China, aunque algunos la han calculado tan baja como 15000.

La granja de osos también se practica en Vietnam, donde es ilegal pero sigue estando extendida por una falta de vigilancia del cumplimiento de la ley. Hay alrededor de 4000 osos en granjas vietnamitas y aún más en Laos, Camboya y Corea.

En China, la ganadería de osos se justifica en base a que satisface la demanda local de bilis, reduciendo por lo tanto el número de osos capturados en la naturaleza. A las granjas se les permite criar osos en cautividad, y cazar osos salvajes ha sido ilegal desde 1989. A pesar de ello, muchos osos salvajes son aún cazados furtivamente por sus vesículas biliares o para reaprovisionar las granjas. Los osos a veces llegan al centro de rescate faltándoles algún miembro tras haber sido cazados con cepo en la naturaleza.

El programa de rescate se desencadenó en 1993 cuando la fundadora de Animals Asia, Jill Robinson, visitó una granja de osos. Después de años de ejercer presión sobre el gobierno, el centro de rescate se estableció en 2000 y hoy en día alberga hasta 175 osos.

Cuerpos destrozados

Aquellos osos que llegan al centro han sufrido invariablemente un serio trauma físico y psicológico. Los osos rescatados no pueden ser liberados en la naturaleza por al daño a largo plazo causado por su encarcelamiento. Todos necesitan cirugía para extirpar las vesículas biliares dañadas y muchos necesitan cirugía adicional y cuidados médicos a largo plazo debido a la falta de garras o patas, heridas infectadas o necróticas, y dientes rotos o que faltan a causa de morder los barrotes o porque los granjeros se los rompen para hacer a los osos menos peligrosos. Muchos también tienen cáncer de hígado como resultado de ser continuamente ordeñados por su bilis, además de una letanía de otras dolencias, incluyendo ceguera, artritis, peritonitis, úlceras supurantes y garras encarnadas.

En contraste con los horrores de la ganadería de osos, ser testigo del proceso de rescate y de rehabilitación es asombroso e inspirador. Lleva alrededor de un año rehabilitar a un oso. Aunque unos cuantos han de ser mantenidos solos durante el resto de sus vidas, la mayoría con el tiempo pueden ser alojados con otros osos. La transición en la personalidad de unos animales que son violentos y temerosos a unos que son confiados, inquisitivos y que se sienten completamente a gusto con las personas es verdaderamente notable, dice Robinson. Tiene razón. He visitado el centro de rescate y cambió mi vida. Así de impactantes son las historias de los osos.

Observar jugar a osos rehabilitados es una delicia. Muchos buscan continuamente compañeros de juegos, un indicio de que se han recuperado sustancialmente de su trauma. Una vez vi a dos osos llamados Aussie y Franck retozando en una hamaca. Cuando Aussie vio a Jasper deambulando, saltó de la hamaca, se acercó a Jasper, y empezaron a jugar a pelearse. El profundo trauma que habían experimentado no les estaba impidiendo divertirse. Aún así, algunos osos tienen cicatrices conductuales y flashbacks de su incalificable abuso. Aussie aún se va correteando a su guarida cuando oye un sonido extraño.

A pesar del programe de rescate, la extracción de bilis de oso sigue siendo una causa de abuso gratuito y despiadado. Es difícil cambiar las actitudes cuando la bilis de oso ha sido utilizada en la medicina china durante más de 3000 años para tratar dolencias "relacionadas con el calor" tales como enfermedades del ojo o del hígado. Hoy en día se utiliza para tratar afecciones desde resacas hasta hemorroides.

Hay algunos indicios de la medicina occidental de que una versión sintética del principio activo de la bilis de oso, el ácido ursodeoxicólico, puede tratar una gama de enfermedades, incluyendo la hepatitis C. Aún así, la medicina tradicional china sigue insistiendo en utilizar bilis de oso natural, la cual está a menudo contaminada con pus, sangre, orina y heces. Mientras que la bilis de un oso sano es fluida y de color verde anaranjado, los veterinarios describen la bilis que sale de las vesículas biliares enfermas de los osos rescatados como "fango negro".

Extracción de bilis de oso

El proyecto de rescate de osos luna plantea varias preguntas importantes. Por ejemplo, ¿por qué los osos muestran grandes diferencias individuales en respuesta a la persecución, y variaciones en la recuperación? Los osos rescatados son embajadores convincentes, pero ¿debería tanto tiempo y dinero ser invertido en salvar las vidas de individuos que no harán ninguna contribución directa en salvar su especie? ¿Cómo puede gente de fuera de China trabajar para liberar osos a la vez que respetando a sus colegas chinos y permaneciendo conscientes de las tradiciones culturales? También plantea preguntas sobre cómo las personas pueden actuar de maneras poco dignas y vergonzosas que ignoran el espantoso dolor y sufrimiento de animales altamente sintientes.ç

Los esfuerzos para detener la ganadería de osos se están llevando a cabo. Poco después de que Robinson fundara Animals Asia en 1998, negoció un acuerdo con el gobierno chino para trabajar hacia la eliminación de la ganadería de osos. Todas las granjas son inhumanas, pero las peores de todas son identificadas para ser cerradas por el gobierno y a los granjeros se les revocan sus licencias permanentemente. Es desde estas granjas desde donde llegan los osos al centro de rescate. Animals Asia indemniza a los granjeros para que puedan montar otro negocio o retirarse. Más de 40 granjas han sido cerradas hasta la fecha, y China no ha expedido ninguna nueva licencia desde 1994.

Aún hay mucho que hacer para reparar los daños de la ganadería de osos. Robinson espera el día en que todos los osos criados en granjas despierten con el sol en sus lomos y sin miedo en sus corazones. Cada oso seguramente agradece el esfuerzo. Tan sólo mírele a los ojos. Yo lo he hecho.

Jasper

 


Mark Bekoff es profesor emérito en la Universidad de Colorado en Boulder. En el año 2000, él y Jane Goodall co-fundaron Etólogos para el Tratamiento Ético de los Animales.

Traducido por Elisa Velasco Lorenzo
Fuente: www.all-creatures.org/articles/ar-beartapping.html