Mostrar enojo al discutir el sufrimiento animal siempre termina afectando a los animales. Pero éste no es el único error que activistas bien intencionados cometen. Aquí están otros errores comunes:

1. No comemos con gente que come carne

Si no vas a cenar con gente que aún come carne, ¿te das cuenta que podrían pensar con razón que eres aislado, soberbio, o ambos? Esa es precisamente la clase de club al que nadie quiere unirse. “Ni siquiera puedes ir a fiestas, o salir a comer con tus amigos... ¿Quién querría vivir así?”.

Usualmente puedes tener una buena conversación en una comida en la cual se sirva carne, siempre y cuando estés alegre y hables mayormente acerca de tus creencias personales acerca de la bondad y la crueldad. Pero si parece que hacerse vegano es la última cosa en el mundo que la gente quiera discutir, deberías decir algo simple como, “¿Sabes?, éste es un tema que es realmente importante para mí porque me importan los animales. Me encantaría hablarlo contigo después, a menos que todos estén interesados en este tema. ¿Me puedes dar tu correo electrónico?"

Gentilmente has sacado a colación el tema moral, y te has convertido en la persona más agradable en la mesa. Cortésmente respondiste a la pregunta “¿Por qué eres vegano?” y todos los que se esperaban para escuchar tu largo monologo moral agradecerán el hecho de que no hayas dominado la conversación. Pero enalteciste las implicaciones morales, lo cual es crucial.

Una última cosa por decir acerca de sentarse a la mesa con gente que aún come carne: si vas a un compromiso en la cual es apropiado traer tu propia comida, por favor no dejes de llevar algunas recetas deliciosas. Cada persona que pruebe tu comida, será una pequeña victoria. ¡Pocas cosas convencen a las personas como probar buena comida vegana! Visita HazteVeg.com para ver nuestras recetas favoritas.

2. Nos marginamos entre nosotros

Debemos resistir el discutir con las personas acerca de otros temas, aún si tratan de distraernos. Usualmente, las personas se sentirán más cómodas discutiendo un tema en el cual han pensado bastante, así que en respuesta a tu veganismo, ellos te preguntarán acerca del aborto, Dios o política. Mantente en el tema de los derechos de los animales que te importa. Si alguien, por ejemplo, te dice que la biblia dice que está bien comer animales, ése no es el momento para hacer una defensa del ateísmo... apégate al mensaje de la compasión y trata de transmitir la importancia de aliviar el sufrimiento y vivir una vida positiva :)

3. Nos disculpamos o minimizamos

El ser vegano y creer en los derechos de los animales es una elección que cada individuo hace, pero afecta a los animales, el medio ambiente, derechos de los humanos y a tu salud. No te disculpes por una decisión deliberada para hacer del mundo un mejor lugar.  Siéntete orgulloso de tu elección y mantente motivado para alentar a los demás a considerarlo también. Todo el dinero que la industria de la carne invierte en cabildeo y publicidad nunca será ni una centésima parte tan efectivo como la sinceridad de individuos compasionados.

4. No nos preparamos bien ni practicamos

Otra cosa que hacemos mal -y esta es fundamental- es que usualmente no nos preparamos ni practicamos lo que queremos decir. Todos hemos escuchado argumentos como “¿Qué pasa con el aborto?” y “¿Las plantas no sienten dolor?” un millón de veces, así que no hay excusa para ninguno de nosotros para improvisar cuando respondamos a estas preguntas. Todos debemos de estar listos para dar la mejor respuesta posible en una manera amigable y convincente.

Le debemos a los animales el tener una respuesta bien pensada, constructiva, enfocada y aun así simple, para cada pregunta. Igualmente es importante el saber cómo iniciar una conversación. Hacer una una pregunta como, “¿Tiene usted una receta vegetariana favorita?” o “¿Tiene usted algún animal en su hogar?” realmente puede abrir las puertas a una conversación acerca de los derechos de los animales.

5. Descuidamos los pequeños detalles

Finalmente, debemos recordar los pequeños detalles, como el usar chapas o botones, camisetas y colocar pegatinas donde sean más visibles. Cualquiera con un vehículo debería tener una o dos estampas por los derechos de los animales en él. Los animales jamás tienen un descanso; lo menos que podemos hacer es poner una estampa en nuestro coche. También, cuando salgas, considera el usar un botón, pegatina o una camiseta animalista, y lleva contigo algunos folletos.

También puedes correr la voz en otras maneras que  casi no requieren de esfuerzo. Si estás en una tienda de comida “saludable” o una librería simpática, puedes hablar con el gerente acerca de distribuir algunos folletos  vegetarianos/veganos, que están llenos de consejos saludables, recetas e información de los derechos de los animales. Un montón de restaurantes, tiendas, y organizaciones tienen también tableros comunitarios en los cuales puedes poner algunos carteles.

Estos sencillos métodos son muy efectivos, porque si convences a una sola persona de dejar de comer carne, habrás salvado miles de animales. Quienes vean la pegatina en tu vehículo o lean el lema de tu camiseta, quizá comiencen a pensar acerca de los derechos de los animales... y si se te acercan a conversar, tendrás la oportunidad de convencerlos con información y amabilidad. Cada vez que una nueva persona termina una conversación con un activista por los derechos de los animales y piensa:  “vaya... se ven normales como yo, y luchan por algo justo”, es una victoria para los animales.