Introducción

La primera cuestión que deberí­amos plantearnos es si el tí­tulo utilizado -los derechos de los animales- es estrictamente correcto, porque cualquier jurista podrí­a ponerlo en cuestión diciendo que los animales no tienen, jurí­dicamente hablando, derechos. La palabra "derecho" tiene un significado jurí­dico concreto. Si vamos al Código Civil nos encontramos con que solamente trata de "personas" y de "cosas", pero no trata de "animales", que no son ni unas ni otras. Habrí­a que decir que los animales por sí­ mismos no son sujetos de derechos ni de responsabilidades, pero las personas sí­ tenemos responsabilidades hacia ellos. Desde el punto de vista bioético, podemos decir que los animales no son sujetos morales, pero sí­ objetos morales. En estas interpretaciones hay posturas contrapuestas, como las de los filósofos Peter Singer (1975, 1995) y Mosterí­n (1998) a favor y las de Peter Carruthers (1995) en contra, por citar algunos ejemplos. En abril de 2001, la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid organizó un seminario interdisciplinar sobre "Los derechos de los animales" en el que se trataron los temas cientí­ficos, éticos y jurí­dicos por expertos en el tema como Lluis Montoliu, Albino Garcí­a Sacristán, Miguel A. Capó, Francesc Torralba, Diego Gracia y Luis González Morán (ver Lacadena, ed. 2002, en prensa).

Bioética Animal

Desde una perspectiva global de la Bioética, la Bioética trata de relacionar los juicios de valor con los hechos biológicos, y en ese contexto amplio no hay duda que los "derechos animales" tienen un claro significado bioético.

Una de las singularidades de la especie humana que la diferencia de cualquier otra especie animal es que el ser humano es un sujeto ético; es decir, está genéticamente capacitado para prever las consecuencias de sus actos, para hacer juicios de valor y distinguir el bien del mal, eligiendo libremente hacer el uno o el otro. Desde un punto de vista sociobiológico, el nivel de manifestación de la ética humana tuvo un pasado individual y familiar, pero hoy podemos decir que en muchos aspectos se ha alcanzado un nivel de humanidad si tenemos en cuenta manifestaciones tales como los derechos humanos, los movimientos pacifistas, el amor a la naturaleza, la defensa medioambiental, la preocupación por la biodiversidad y la bioseguridad, etc. El amor y la defensa de los animales es otra manifestación ética humana.

Como tuve ocasión de escribir en un diario de ámbito nacional (Lacadena, 2000), en el comportamiento social humano se dan a veces situaciones incongruentes que no tienen fácil explicación. Por ejemplo, no comprendo que se gasten ingentes cantidades de dinero en armamento o que se destruyan excedentes de productos alimenticios cuando hay tanta gente que se muere de hambre. No comprendo que muchas veces los mismos colectivos que se declaran defensores de las plantas y los animales, y por tanto de la vida en la naturaleza, sean partidarios del aborto. Tampoco es comprensible la diferente acogida que han tenido, en su momento, en los medios de comunicación social dos temas relevantes de la investigación genética como son las plantas y los alimentos transgénicos, por un lado, y la clonación no reproductiva terapéutica humana, por otro. En el primer caso hemos vivido un año de intensa actividad contestataria de ciertos grupos de presión y de los medios de comunicación social, mientras que en el caso de la clonación humana terapéutica parece como si la sociedad diera por bueno lo que los cientí­ficos pueden hacer, sin plantearse que no todo lo que es técnicamente posible puede ser éticamente deseable. Se habla mucho de la problemática de la manipulación genética sin que percibamos que, en muchas ocasiones, detrás está la manipulación social.

Experimentación con Animales

A continuación se resumen algunos aspectos de las especies animales más utilizadas en experimentación biomédica, indicando algunas de las lí­neas de investigación más importantes (basado en Montoliu, 2002):

Roedores
Ratón


Representa un 70% de los animales de investigación.
Carcinogénesis y mutagénesis.
Ratones nude (desnudos) atí­micos. Oncoratón de Harvard.
Ratones SCID (inmunodeficiencia). Ratones transgénicos y knock-out.
Rata
Representa un 22% de los animales utilizados en investigación.
Comportamiento, conducta y aprendizaje.
Toxicologí­a, farmacologí­a, neurologí­a, teratologí­a.Modelos de enfermedades humanas neurodegenerativas (Perkinson) y cardiovasculares (hipertensión).
Traumatologí­a médula espinal.
Hámster
Embriologí­a, neurologí­a, oncologí­a.
Cobaya
Deficiencias en vitamina C. Piel, oí­do.
Proteí­nas de complemento en suero sanguí­neo.
Jerbo
Medicina aeroespacial.
Lagomorfos
Conejo
Oftalmologí­a: globo ocular, glaucoma.
Ateroesclerosis, cardiomiopatí­as, embolias.
Barrera placentaria.
Ví­as respiratorias: enfisema, asma, fibrosis quí­stica.
Osteopatologí­as. Otitis media.
Tumores renales.
Animales en granja
Cerdo
Fisiologí­a y anatomí­a similares a los humanos.
Técnicas quirúrgicas y trasplantes de órganos (xenotrasplantes).
Nefrologí­a. Cardiovasculares: ateroesclerosis, hipercolesterolemia.
Minipigs y micropigs.
Oveja
Circulación sanguí­nea fetal.
Técnicas quirúrgicas y trasplantes.
Encefalopatí­a espongiforme.
Enfermedad autoinmune renal.
Vaca
Corazón artificial.
Perro
Representa un 1% de los animales en la investigación.
Diabetes tipo I.
Cirugí­a cardiovascular.
Enfermedades autoinmunes.
Representa hasta un 20% de los modelos animales de enfermedades humanas.
Tiene más de 280 patologí­as congénitas similares a las humanas.
Gato
Visión y oí­do.
Comportamiento, aprendizaje y neurologí­a.
Oncologí­a.
Enfermedades infecciosas.
Traumatologí­a médula espinal.
Diabetes tipo II, gangliosidosis, mucopolisacaridosis.
Primates no humanos
Lemures, gibones, chimpancés, macaco rhesus
Enfermedades cardiovasculares: estrés, hipertensión.
Enfermedades neurodegenerativas: Parkinson, Alzheimer, esclerosis múltiple.
SIDA.
Diabetes.
Endometriosis.
Biologí­a reproductiva.
Anfibios
Rana, sapo
Desarrollo embrionario: modelo general de vertebrados.
Peces
Contaminación ambiental.