Dimos la cara por los animales

Una vez más, en AnimaNaturalis hemos hecho un acto en defensa de los animales de granja. Parece ser que los animales de granja son aquellos olvidados, invisibles para la mayoría de gente, y condicionados a vivir enjaulados y maltratados para luego ser asesinados brutalmente y convertirse en un simple “producto”.

03 octubre 2018
Barcelona, España.

Una vez más, en AnimaNaturalis hemos hecho un acto en defensa de los animales de granja. Parece ser que los animales de granja son aquellos olvidados, invisibles para la mayoría de gente, y condicionados a vivir enjaulados y maltratados para luego ser asesinados brutalmente y convertirse en un simple “producto”.

Hoy, hemos querido ser la voz de todos estos animales que son condenados a muerte cada día sólo por no haber nacido persona, perro o gato.

Ha sido un acto breve pero intenso, donde los y las participantes mostraban media cara suya y la otra mitad estaba formada por la imagen de uno de éstos animales, y a su vez una compañera leía unas preciosas palabras que así decían:

María Rojo“No pueden abrir las alas. Hacinados. Están confinados en jaulas tan pequeñas que no pueden siquiera darse la vuelta. Tienen miedo. Casi no tienen luz natural. Los únicos aromas que les llegan son la mezcla de heces, purines y cadáveres de sus congéneres que no pudieron sobrevivir esa noche.

Esa es la situación en que viven, sufren y mueren los más de 700 millones de animales en granjas europeas. Casi un cuarto de todos ellos se encuentran en España, donde las condiciones son una de las peores del continente.

Todos los conejos criados en este país están encerrados en pequeños compartimentos. Jamás tocarán el suelo ni correrán. Nunca descubrirán qué es la luz del sol o el aroma de la hierba.

Casi el 90% de las gallinas vive en condiciones abominables. Bodegones repletos de jaulas, donde el aire está tan cargado que quema los pulmones. Las jaulas pueden contener entre siete y doce gallinas, que apenas pueden moverse. Jamás abrirán sus alas ni picotearán el suelo. Poco a poco perderán sus plumas y sus huesos se quebrarán por la falta de ejercicio y calcio. Es el infierno en este mundo.

España es el segundo país con más cerdos de toda la Unión Europea. Las madres están encerradas en establos diminutos, para no permitirles ningún movimiento. Así los lechones pueden comer sin parar. Ganar peso. En pocas semanas serán enviados al matadero para adornar la mesa. No son más que carne, aunque un corazón late dentro de ellos. Jamás jugarán en el barro ni sabrán lo que es correr libres.

Para la industria, las jaulas son caras, pero la vida de los animales no vale nada.

Estamos aquí para dar la cara por ellos. No son comida. No son objetos. No son productores de huevo o leche. Son seres sintientes. Como tú y como yo. Que desean correr, relacionarse con sus iguales, olfatear el entorno, disfrutar del sol y descansar por la noche. Sufren y disfrutan tal como lo hacemos nosotros. ¿Tan difícil es ponerse en su lugar?

Para la industria, sus vidas no valen nada. Sólo ganan dinero con sus muertes. ¿Qué les estamos haciendo a los animales? Es hora de dar un paso adelante. Con coraje y compasión. Y dejarlos fuera de nuestros platos, pero dentro de nuestros corazones.”

Como en todas las acciones, ha sido duro pensar en todas esas vidas que mueren cada día y a las cuales no hemos podido salvar, pero a la vez nos hemos sentido más valientes y fuertes que nunca para seguir luchando.

Además, ha sido muy bonito estar en contacto con otros activistas y compartir conversaciones tan enriquecedoras y llenas de amor, a la vez que divertidas. Es precioso conocer a gente nueva con quienes compartes ideales y una lucha.

Todo vegano debería ser activista por los derechos de los animales, muchas veces nos pensamos que con el hecho de no consumir productos de origen animal y incluso difundiendo por las redes determinados actos animalistas y información ya estamos aportando mucho, y en cierta parte así es, pero no debemos olvidar el mundo real. Para realmente causar impacto y generar cambios hay que salir a la calle, gritar, luchar y enseñar la realidad.

En la lista de países de la unión europea, España ocupa el primer lugar en tener mayor cantidad de animales enjaulados, por eso esta acción ha sido tan necesaria. Obviamente, deseamos un mundo vegano, pero hay que ir consiguiendo cosas poco a poco y acabar con las jaulas es muy necesario.

AnimaNaturalis se ha unido a la coalisión #EndTheCageAge, que reune a más de 130 asociaciones de toda la Unión Europea, para apoyar una Iniciativa Ciudadana que exige el fin de ese tipo de instalaciones. Se necesita alcanzar un millón de firmas para lograrlo. Si quieres colaborar con su éxito, firma y difunde en esta web:

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