Indignación contra un cura por la muerte de una perrita que asistía a misa

Indignados y escandalizados están los feligreses de la Parroquia de Tibás por la actitud de uno de sus sacerdotes de nombre Carlos, quien aparentemente mató a la querida perra callejera “Camila” porque no le gustaba que pasara en la iglesia escuchando la misa, y mucho menos se metiera en la fila para comulgar.

29 enero 2005
Costa Rica.

• Huelga de feligreses en Tibás:

CURA MATÓ PERRA POR ESCUCHAR MISA

SHIRLEY SANDÍ
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Fotos: Héctor Rodríguez

Esta es “Camila”, la perra callejera que no se perdía la misa ni los entierros. Ahora descansa en paz.

Indignados y escandalizados están los feligreses de la Parroquia de Tibás por la actitud de uno de sus sacerdotes de nombre Carlos, quien aparentemente mató a la querida perra callejera “Camila” porque no le gustaba que pasara en la iglesia escuchando la misa, y mucho menos se metiera en la fila para comulgar.

Con tan solo dos años de haberse apoderado de las gradas del templo, luego de que sus dueños la abandonaron, “Camila” se ganó el aprecio de todos porque no había entierro que se perdiera, siempre encabezaba el cortejo fúnebre con suma atención y respeto.

Según dijeron los vecinos, el cura al final de la ceremonia aceptó haberse deshecho del pobre animal profiriendo la frase: “Tranquilos, hermanos, porque ‘Camila’ ya descansa en paz”. Estas palabras consternaron a la feligresía, pues la perrita -que era un verdadero pan de Dios- nunca le hizo daño a nadie y, por el contrario, le fascinaba escuchar el sermón y jugar con los niños.

Al parecer el martes pasado en horas de la tarde el sacerdote fue visto llamando a la perra, la cual por mansa (o “mensa”) subió sin reparo a su pick up azul, marca Toyota, el cual arrancó a toda velocidad con rumbo desconocido. A partir de ahí nunca más se volvió a saber de “Camila”.

No hay quejas de la perrita, pues nunca se le escuchó interrumpiendo con ladridos la misa ni mucho menos haciendo sus necesidades en lugares inadecuados, incluso se decía que el cura y el resto de empleados la querían mucho.

Cabe recalcar que no estaba del todo abandonada, pues un grupo organizado de activistas en pro de los animales que trabaja en el cantón tibaseño se encargaba de desparasitarla, vacunarla, castrarla y mantenerla aseada, mientras que la miscelánea de la iglesia, de nombre Rosa, la mantenía bien gordita.

Trece integrantes de dicho grupo se hicieron presentes en la casa cural para reclamarle su actitud al padre Carlos y exigirle una explicación, pero según dijeron se limitó a aceptar que la sacrificó, pero para nada ofreció disculpas.

DIARIO EXTRA se hizo presente en la casa cural de Tibás, no obstante, se nos dijo por medio de una secretaria que ninguno de los curas se referiría al caso. Se intentó conocer la versión de algún representante de la Iglesia católica, pero no devolvieron los mensajes que dejamos en la Conferencia Episcopal.

HUELGA DE FELIGRESES

Ayer un grupo de vecinos que portaban cartelones y perros callejeros se aglutinaron en el parque de la localidad para protestar por la actitud del padre Carlos, a quien tacharon como la antítesis de San Francisco de Asís.

“Estamos pidiendo justicia y exigiéndole públicamente a este sacerdote que nunca más cometa semejante barbaridad. Si no quiere a los animales, la solución no es matarlos sino darlos en adopción. Por su investidura más bien debería hacer conciencia para que a los perros callejeros se les busque un hogar y alguien que les brinde cuidado, ellos son también criaturas de Dios”, señaló la comerciante Andrea Montero, quien encabezó una marcha por las principales calles tibaseñas.

Marcela Pérez, veterinaria miembro del grupo de activistas, recalcó que no piden la cabeza del cura, pero con este gesto pretenden que de una vez por todas los vecinos de Tibás dejen de abandonar perros en las calles porque no quieren que corran la misma suerte de “Camila”.

Quitico Moreno, ex viceministra de Cultura y también activista, la emprendió contra el sacerdote: “A éste hay que entrarle por su investidura. Un cura que estudió, trabaja y se le paga para que a uno lo lleve a la espiritualidad es indignante que caiga tan bajo.

Yo no vuelvo a poner un pie en una iglesia, ese hombre le está haciendo un daño espiritual y moral sobre todo a los jóvenes, es un horror, no merece el apelativo de cura”, aseveró.

• Asegura ANPA:

SACERDOTE SERÍA SENTENCIADO A TRABAJO COMUNITARIO

SHIRLEY SANDÍ
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Foto: Róger Córdoba

Guisella Vico, presidenta de la Asociación Nacional Protectora de Animales.

Si logra comprobarse que el sacerdote tibaseño acusado de matar una perra callejera que le gustaba escuchar la misa cometió dicho crimen, podría ser sentenciado de 2 a 30 días multa, de acuerdo a su capacidad económica, o ser condenado a cumplir 30 horas de trabajo comunitario en albergues destinados al cuido de animales. Esa fue la más reciente sentencia de un juez contra un hombre culpable de matar un perro de una patada.

Así lo dio conocer Guisella Vico, presidenta de la Asociación Nacional Protectora de Animales (ANPA), quien explicó que la sanción de realizar trabajo comunitario surte mucho más efecto en las personas que pagar una multa de mala gana.

“Limpiar encierros, cacas y orines, barrer, limpiar y convivir con los animales en muchas ocasiones logra un cambio de actitud en estas personas acusadas de maltrato. Creo que esta o una sanción moral por parte de los feligreses sería el mejor castigo para este cura”, manifestó la activista.

Lo anterior porque el sistema legal de nuestro país está muy retrasado aún en materia de penalización por maltrato animal, pues en países como Estado Unidos, Inglaterra o Alemania dichos crímenes se pagan con cárcel.

Vico recordó que existe un nuevo reglamento del Ministerio de Salud que contempla el abandono y exterminio de animales que no se realicen por medio de la eutanasia.

“No sabemos de manera cierta cómo el padre se deshizo de la perrita. Si se logra comprobar por medio de pruebas o testimonios que la muerte le provocó dolor (como un balazo o envenenamiento) se puede interponer un denuncia ante el Juzgado Contravencional de la localidad por crueldad”, afirmó. Para ello solo basta presentar la cédula y no es requisito asistir con abogado.

La denuncia se basaría en el artículo 385 inciso 2 del Código Penal, el cual penaliza la crueldad contra los animales, como el abandono, si no se le garantiza la comida, el refugio, o se mantiene en riesgo de atropello o envenenamiento.

La funcionaria aseveró que “si lo mandó dormir en una veterinaria no cometió ningún delito”.

Si usted desea interponer alguna denuncia por maltrato animal puede comunicarse a ANPA a los teléfonos 255-3757 ó 800-ANIMALES, pero debe estar dispuesto a participar en el proceso con su testimonio.

“ANTÍTESIS DE SAN FRANCISCO DE ASÍS”

Muchos vecinos del cantón de Tibás que participaron en la protesta contra el padre Carlos lo calificaron como la antítesis de San Francisco de Asís, santo patrono de los animales, a quien en su honor se celebra la actividad de bendición de las mascotas en muchas iglesias del país y el resto del mundo.

Cada 4 de octubre, feligreses del mundo entero celebran un día de fiestas en honor al santo patrono de los animales, en memoria del amor que éste sentía por todos los seres vivos.

Ese día se acostumbra llevar los animales a la iglesia para la misa especial, nombrada “Bendición de los Animales”. Cada año, millones de animales reciben la bendición sacerdotal en una ceremonia que conmueve los corazones de la mayoría de los asistentes.

San Francisco amó a todas las criaturas de Dios y siguió su ejemplo de bondad, misericordia, compasión y amor por toda la creación.

No sabemos si esta tradición se realizaba en la Parroquia de Tibás, pero luego del escándalo que envuelve al padre Carlos por el supuesto exterminio de la perra “Camila”, la bendición de los animales tomará un matiz distinto en dicha iglesia.

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