DENUNCIAN ANTE TRIBUNALES AL CURA QUE MATÓ PERRA

SHIRLEY SANDÍ
[email protected]
Fotos: Randall Sandoval

Andrea Montero, organizadora de la protesta.

El comerciante solicita que se investigue la muerte del animal y se aplique la ley en todos sus alcances, ya que el sacerdote no ha querido dar la cara por el supuesto crimen y por el contrario remite a los feligreses quejosos a la representante legal de la Curia, Pilar Cortés, para que brinde las respuestas pertinentes del asunto.

El denunciante no está anuente a conciliar con el padre porque considera que este hecho no puede quedar impune, ya que la perrita no molestaba a nadie y por el contrario era muy querida por la gente.

Según la denuncia interpuesta el jueves anterior y firmada por Luis Alberto León, fue el lunes 24 de enero en horas de la tarde cuando despareció la querida perra “Camila”, raza zaguate, la cual tenía una mancha en el ojo derecho. “La denuncia la hago por cuanto soy peluquero y protector de perros de la calle y me preocupo por ellos. Además de que el martes veinticinco de enero del año en curso, dicho cura dijo delante de los asistentes de la misa de las siete de la noche que la perra descansaba en paz”, reza la denuncia. Prosigue que por esta razón “un grupo de señoras se hicieron presentes el miércoles donde el padre para preguntarle sobre el comentario hecho en la misa y éste les manifestó que la había llevado en su carro a un refugio ubicado en Heredia”.

Agrega que las personas que conversaron con el sacerdote, más el denunciante, investigaron en todos los centros de adopción y refugios de la provincia pero no se reportó ningún ingreso de una perra con esas características, por eso regresaron a la casa cural por respuestas más claras.

“Debido a la insistencia de la comunidad, el sacerdote furioso les indicó que él la había llevado a sacrificar a una clínica veterinaria en Heredia. Al investigar por medio de la doctora que realizó la eutanasia, ésta indicó que el sacerdote le dijo que la perra había mordido a un niño, que no comía y que estaba muy enferma, lo cual es falso, ya que la comunidad la alimentaba, la cuidaba y le daba dormida en sus casas por ser callejera. El motivo por el cual el cura párroco debió actuar así es porque la perra iba a misa todos los días, cuando era la hora de la comunión se metía en la fila con los feligreses y asistía a todos los funerales y de eso existen videos que lo comprueban”, finaliza el texto.

Esta desgarradora noticia, dada a conocer en exclusiva por DIARIO EXTRA, conmovió al país e incluso cruzó las fronteras. Por eso mañana en la misa de las 10 a.m. en Tibás se realizará una segunda protesta más fuerte con la presencia de perros callejeros, cartelones y grupos activistas protectores de los animales, los cuales pedirán el traslado del cura a otra parroquia. Así lo dio a conocer Andrea Montero, una de las organizadoras, quien afirmó que incluso estarán presentes agencias de noticias internacionales interesadas en el caso. “Jamás me imaginé que tantas personas defendieran los derechos de los animales. Me han llamado personas de todas partes que se sumarán a esta lucha para que este sacerdote pague por lo que hizo”, aseguró la joven comerciante.

Precisamente en el momento que conversábamos con la organizadora se hizo presente a su boutique Víctor Salas, representante de la Unidad Especial de Protección y Rescate Animal, quien secundará la denuncia interpuesta y participará con sus agremiados en la misa de protesta.

Hilda Durán, activista protectora de los animales con 40 años de experiencia, refutó las declaraciones que hizo la presidenta de la Asociación Nacional Protectora de los Animales, Gisela Vico, referentes a que si el animal fue muerto por eutanasia no constituye un delito. “La eutanasia es una muerte por piedad que se practica cuando la ciencia médica veterinaria agota los recursos humanos y científicos para aliviar a un animal que sufre por un mal grave, pero en este caso ‘Camila’ estaba vacunada, castrada y desparasitada, por lo que no ameritaba la eutanasia”, afirmó Durán.

Según su criterio, este caso sería objeto de contravención. “Este caso se debe investigar a fondo. Cómo es posible que un representante de la Iglesia, llamado a la espiritualidad, tuvo la cobardía de asesinar a un ser inocente, irracional e indefenso. ¿Por qué no fue franco y habló con la gente para que se la llevaran?, para eso está el diálogo”, señaló Durán.

Los feligreses que apoyan al padre Carlos también alzan la voz al afirmar que la perrita daba mucha lata en misa, ladraba mucho y un día incluso casi provoca que se cayera una viejita. “La gente no habla de lo bueno del padre Carlos. Él abrió un comedor para indigentes donde llegan a comer, bañarse y cambiarse de ropa. A muchos de los que lo critican les doy la razón porque quizás tomó una decisión precipitada, pero existimos muchos que apoyamos al sacerdote porque también tiene cosas buenas”, afirmó una feligresa identificada como Lillian Saborío.

Cuando un equipo de DIARIO EXTRA se hizo presente ayer en la parroquia tibaseña, muchos vecinos se acercaron a contarnos que el padre había dicho en misa que no entendía por qué tanto alboroto por un perro y cómo era posible que un periódico dedicara tantas páginas a un caso así.

Intentamos conversar con monseñor Hugo Barrantes para conocer la versión de la Iglesia católica, pero no fue posible localizarlo.