La voz de la alarma ha saltado sobre las 18 horas de este miércoles. Un caballo que tiraba de una calesa ha caído inconsciente en la Avenida Adolfo Suárez tras sufrir un golpe de calor.
Testigos del suceso cuentan que el se le ha tenido que tirar varios cubos de agua para que recuperara la consciencia y pudiera levantarse.
No es la primera vez que un caballo se desploma en Palma. En octubre, una yegua caía al suelo en un episodio parecido.
Las entidades animalistas de las islas vuelven a denunciar esta práctica: se trata de animales expuestos a unas condiciones de vida precarias y con una exigencia física inasumible.
14 expedientes acumulados
La calesa del caballo que se desplomó acumula 14 expedientes, desde septiembre del año 2010. Este dato fue facilitado este viernes por el regidor de Mobilitat, Gabriel Vallejo, que confirmó que la citada calesa sigue inmovilizada.
Además, informó que esta calesa había solicitado un aplazamiento para pasar la revisión, alegando que le faltaba una pieza de la calesa. El regidor explicó que éste suele ser el procedimiento habitual, ya que la política que siguen en su departamento es la de ser condescendientes con las calesas, siempre que no se trate de cuestiones de seguridad y que no afecten a la salud del animal. En este sentido, justificó que las calesas son el modo de vida de algunas familias.
No obstante, el regidor reconoció que se trata de «un planteamiento a mejorar», ya que el desplome del caballo ha puesto de manifiesto que han fallado los mecanismos.
Respecto a las sanciones, Vallejo se mostró partidario de retirar la licencia a las calesas que cometan infracciones de forma reincidente. «Es una vergüenza que se pasen por el forro la normativa», expresó. No obstante, quiso dejar claro que la mayoría de caleseros cumplen con sus obligaciones. En este sentido, puso como ejemplo a los de s’Arenal, que es donde hay un menor número de infracciones.
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