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Salvemos a los galgos

Dublin
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El galgo español es una raza empleada tanto para la caza como para carreras en diferentes regiones de España, especialmente en Andalucía, Castilla La Mancha y Castilla y León.

Solo en Sevilla, se estima que se producen 5.000 abandonos anualmente, y algunas estimaciones calculan que en España cerca de 50.000 galgos y otros perros para la caza son abandonados.

Se hace imperiosa la necesidad de cortar el problema de raíz, cambiando las leyes que (des)protegen a los galgos y a los perros utilizados para la caza en general.

Desamparo legal

La ausencia de una ley unificada de protección animal que abarque todo el territorio español, genera un cúmulo de normativas muy difíciles de aplicar en casos de maltrato y abandono. Junto a esto, en muchos lugares los perros empleados para la caza y carreras son considerados herramientas de trabajo, por lo que muchas normativas de bienestar para animales de compañía no se les aplica.

Caza con perros

Los perros utilizados en la caza son las víctimas olvidadas de esta terrible actividad. Pasan sus días recluidos en cheniles y jaulas pequeñas, sufriendo hambre y frío, sin casi contacto excepto cuando los cazadores los recogen. Y una vez que son mayores y no sirven para la actividad, son abandonados o asesinados. Los galgos son utilizados especialmente en la cacería de liebres y otros animales pequeños.

Carreras de galgos

Las carreras de galgos son muy populares en España, especialmente en Andalucía. Los perros son obligados a correr hasta la extenuación, manteniendo entrenamientos duros y tratados como meras herramientas para ganar competencias y apuestas. Cuando los galgos dejan de estar en su mejor estado físico, se les mata de maneras horribles, simplemente para que no puedan tener camadas que les den éxitos a otros criadores.

Envergadura del problema

No existe un registro único para obtener datos de abandonos y así poder contar con cifras oficiales de la situación de los galgos, podencos y otros perros utilizados en caza y carreras. Sólo mediante un censo total en España se puede controlar y proteger a estos animales, así como perseguir la irresponsabilidad de quienes están a su cargo.

Trabajamos para conseguir una ley marco de bienestar animal estatal que asegure la máxima protección a estos animales y la modificación de las leyes de protección animal de cada Comunidad Autónoma, así como endurecer las penas por abandono y maltrato.

Trabajamos para que las "rehalas" (grupos de entre 16 a 40 perros para la caza) dejen de ser consideradas objeto "de interés cultural", eliminando toda subvención pública destinada a fomentar esta práctica.

Trabajamos para perseguir el maltrato y abandono de estos animales para que ningún caso quede impune ante la ley.

Trabajamos para prohibir el entrenamiento de galgos atados a vehículos a motor.