Animales tiroteados son atendidos

El inicio de la temporada de caza genera el ya consabido aumento de las asistencias en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre Arrano Etxea, en Igeldo, dependiente de la Diputación. Con la llegada del otoño, para algunos cazadores no sólo se abre la veda sobre las especies cinegéticas, sino también sobre los ejemplares protegidos. Y lo que es peor, «aún estamos en diciembre y sigue habiendo ejemplares que nos llegan tiroteados», señala Josean Albisu, director de este hospital para animales.

13 diciembre 2004
España.
El centro de recuperación de animales vuelve a constatar más ingresos en temporada de cazaDesde primeros de año han sido atendidos en Arrano Etxea, en Igeldo, trescientos ejemplares, de los que la gran mayoría son aves. Cuatro halcones fueron tiroteados en la comarca del BidasoaJAVIER PEÑALBA/DV. SAN SEBASTIÁN
Josean Albisu sostiene en sus manos un halcón peregrino que fue recuperado en las instalaciones de Arrano Etxea. [J.J. AYGÜES]
El inicio de la temporada de caza genera el ya consabido aumento de las asistencias en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre Arrano Etxea, en Igeldo, dependiente de la Diputación. Con la llegada del otoño, para algunos cazadores no sólo se abre la veda sobre las especies cinegéticas, sino también sobre los ejemplares protegidos. Y lo que es peor, «aún estamos en diciembre y sigue habiendo ejemplares que nos llegan tiroteados», señala Josean Albisu, director de este hospital para animales.

La apertura de la veda de caza lleva aparejado un aumento de ingresos de aves protegidas en Arrano Etxea. Josean Albisu reconoce que todos los años por estas fechas llegan a sus instalaciones un alto número de aves heridas o abatidas por disparos de escopeta. Esta temporada no ha sido una excepción: alcotanes, gavilanes, esmerejones, aguiluchos laguneros, águilas ratoneras, cernícalos y milanos reales han precisado de su cuidado.

Pero si algo ha llamado poderosamente la atención ha sido el número de halcones atacados este año. En la actualidad, siete de estas aves se recuperan en Igeldo. «Nunca habíamos tenido tantos halcones. Cuatro de ellos fueron atacados en la zona del Bidasoa. Dos ingresaron el mismo día y, por sus características físicas, se trataban de pollos del año. Además, creemos que eran hermanos. Eran clavados uno al otro». Albisu no descarta que este múltiple ataque sea obra de un individuo que se ha visto perjudicado por la acción de estas rapaces. «Es posible que los halcones le hayan comido algunas gallinas y se los haya querido quitar de encima». Afortunadamente, cinco de los siete halcones recuperarán en breve la libertad.

Buitre tiroteado

Arrano Etxea ha tenido asimismo su primer ingreso de un buitre leonado herido de un tiro de escopeta. Josean Albisu está convencido de que los disparos contra estas aves son intencionados. «El cazador está obligado a saber a qué especie está apuntando antes de apretar el gatillo. Siempre pueden darse equivocaciones. Alguna vez, incluso, hemos recibido rapaces que nos las han traído los mismos cazadores, aunque he de reconocer que no es lo habitual. Ya me dirán, con qué ave de caza se puede confundir un buitre», subraya el director.

Albisu pide a los cazadores «un poco de sentido común y que limiten su actividad a las especies puramente cinegéticas. «Hay que concienciarse de que no se puede actuar de esta manera. Sé que muchos respetan la naturaleza, pero hay otros que no lo hacen».

Arrano Etxea lleva registrados desde primeros de año alrededor de trescientos ingresos, de los que un 95% son aves. De ellos, entre el 30% y el 40% se deben a disparos. Un 20% son pollos que han caído de sus nidos y el resto se deben a causas varias, como atropellos de coches, impactos contra tendidos eléctricos, intoxicaciones... De entre las aves, el grupo mayoritario está compuesto por rapaces y marinas. De entre los ingresos restantes cabe destacar a los reptiles -iguanas, tortugas etc.- y mamíferos -zorros, garduñas, comadrejas-.

Dos decomisaciones

Arrano Etxea ha vivido además, este año, dos situaciones excepcionales, ambas producto de sendas decomisaciones. En primavera, las autoridades interceptaron en la frontera a un individuo con cerca de cuarenta rapaces en su vehículo. «Los animales viajaban en unas condiciones terribles. Muchos eran pollitos recién nacidos y algunos ejemplares, unos diez aproximadamente, estaban ya muertos. Eran en su mayoría cernícalos, tanto de la especie vulgar como primilla. Había también un ave de cetrería, con sus pihuelas en las patas. Era de la familia de los halcones, un falco femoralis, de Suramérica, concretamente de la parte de Perú. Creemos que la persona detenida era un suministrador de aves de cetrería», señala Albisu. El director de Arrano Etxea recuerda que el proceso de recuperación de estas aves que habían sobrevivido al viaje resultó altamente costosa. «Cada hora teníamos que darles de comer con una pinza. Era agotador. Afortunadamente, logramos que se recuperasen las treinta rapaces restantes y entre agosto y septiembre las pudimos soltar en Álava».

Iguanas en una feria

El segundo de los decomisos tuvo lugar en Errenteria, donde la Guardia Municipal intervino en unas ferias cerca de una treintena de iguanas. «Nos las trajeron todas. Menos mal que nos cogió con el nuevo terrario ya instalado y amplio, que nos ha permitido atenderlas como realmente se merecen. Y aquí las tenemos, creciendo. Respecto a su futuro no hay nada claro. Al tratarse de especies tropicales habría que enviarlas a Centroamérica o Suramérica, pero resulta complejo».

Además, Arrano Etxea ha atendido este año un buitre negro que fue recogido en agosto en Olaberria y que posteriormente fue puesto en libertad en Monfragüe, donde se asienta una de las colonias más importantes de esta especie. La presencia de este buitre negro resultó altamente extraña en Gipuzkoa, aunque no puede afirmarse que fuera excepcional. Precisamente hace diez años, otro individuo de la misma especie fue recogido en Mutriku. Al igual que en esta ocasión, se trataba entonces de un ejemplar joven, en sus primeras escapadas tras haber abandonado el nido.

Otro visitante singular ha sido un búho real que fue recogido en Bidebieta 1, en Donostia. «Se trata de una especie que está en expansión y suponemos que este ejemplar llegó hasta aquí explorando nuevos territorios. No tenía ninguna herida. Al principio se negaba a comer hasta que le empezamos a dar aves heridas, aunque vivas, que eran irrecuperables. Ahí comenzó a animarse y se restableció fenomenal. Le soltaron hace mes y medio en la zona de Jaizkibel. En Vizcaya hay ya una población asentada y, probablemente, en Gipuzkoa suceda pronto lo mismo», señala Albisu.

Necesitamos tu apoyo

AnimaNaturalis existe porque miles de millones de animales sufren en manos humanas. Porque esos animales necesitan soluciones. Porque merecen que alguien alce la voz por ellos. Porque los animales necesitan cambios. Porque en AnimaNaturalis queremos construir un mundo más justo para todos.

Las donaciones puntuales y periódicas de nuestros socios y socias son la principal fuente de nuestros fondos.