Especies como negocio negro

El 17 de octubre de 1978 se proclamó la declaración universal de los derechos de los animales de la Unesco. Desde ese día, muchos países tomaron la batuta ...

24 agosto 2008
España.

VALENCIA (España). Durante meses, un matrimonio valenciano permaneció encarcelado en una prisión de Madagascar tras ser condenado por tráficar con especies protegidas. La pareja había comprado 48 tortugas a unos niños sin saber que eran especies protegidas. Ante la infracción, se les juzgó en el periodo de una semana y fueron condenados a un año de prisión y al pago de una multa de 4.400 euros. Ambos, que fueron repatriados hace unas semanas y ya se encuentran en su domicicio de Llíria, pasaron por un mal trago por desconocer la ilegalidad que estaban cometiendo.

Legislación y sanciones

El 17 de octubre de 1978 se proclamó la declaración universal de los derechos de los animales de la Unesco. Desde ese día, muchos países tomaron la batuta para poner sobre la mesa las leyes encargadas de combatir las diferentes amenazas que atentan contra los animales. Y es que el tráfico ilegal de especies animales representa una de las mayores amenazas globales, tras la destrucción de sus hábitats.

Este tipo de práctica está centrada en la comercialización de mascotas o en la realización de exhibiciones u exposiciones, según informan desde de Adena. Al mismo tiempo, también es habitual el tráfico de sus pieles, huesos, colmillos o determinados órganos destinados a la vestimenta, a la medicina tradicional e incluso a la alimentación.

En el año 2003, se configuró en España la ley de protección de los animales con la finalidad de garantizar su bienestar. En dicho texto se reconoce como infracción grave la práctica de la caza, la captura en vivo, la venta, la tenencia, el tráfico, el comercio y la exhibición pública, así como de partes, huevos y crías de ejemplares de especies de la fauna autóctona y no autóctona declaradas protegidas.

Las sanciones pueden conllevar la inhabilitación para la tenencia de animales entre un período comprendido entre los dos meses y los cinco años. Además, la cuantía de una multa abarca entre los 2.000 y los 20.000 euros.

Peligro de extinción

Además, el tráfico de este tipo de animales constituye una amenaza para las poblaciones de las diferentes especies. Por ejemplo, el contrabando desmesurado de marfil, ilegal desde 1989, ha provocado que el número mundial de elefantes pase de dos millones, en las decada de los 70, al medio millón que se contempla en la actualidad.

Otra de las especies en peligro de extinción es la tortuga, de las que se extraen conchas de carey, pieles para la manufactura de botas y billeteras, huevos a los que se atribuyen falsas propiedades o carne para sopa de tortuga.

En la actualidad, existe el convenio de carácter internacional Cites, firmado en Washington el 3 de marzo de 1973 y formado por 173 países, que regula la importación, exportación de animales y plantas, vivos o muertos,

Las actuaciones llevadas a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza, Seprona, de la Guardia Civil, logró la recuperación, durante el ejercicio 2007, de 1.908 especies por vulnerar el convenio Cites. Entre los animales más numerosos incautados figuraron 601 reptiles, 239 aves y 122 mamíferos. Además, existe otro gran peligro: la introducción de especies invasoras en nuestro hábitat es una gran amenaza para la fauna local.

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