Los ecologistas alertaron ayer de los efectos que puede ocasionar la nueva línea eléctrica Lada-Velilla sobre la población de urogallos de Aller. El colectivo teme que esta instalación acabe con los cuatro urogallos que quedan en el concejo, según el último recuento realizado en la zona, y advierten de que esta preocupante situación afecta también al resto de la cordillera Cantábrica, donde la población de urogallos descendió en un 75 por ciento en los últimos 23 años. Los ecologistas aseguran que la declaración del Principado para incluir al urogallo en el catálogo de especies en peligro de extinción llega «tarde».
Mieres del Camino, Beatriz G. FANJUL
Los ecologistas se sumaron ayer a las críticas de los concejos leoneses y asturianos sobre la nueva línea de alta tensión entre Lada y Velilla que Red Eléctrica Española (REE) tiene pensado instalar atravesando el concejo de Aller. La directiva de la Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (ANA) y de la Coordinadora Ornitológica Asturiana (COA) advirtieron ayer de que este proyecto puede acabar con los únicos cuatro urogallos que quedan en el concejo de Aller, según el último recuento que se ha realizado en la zona.
El colectivo no ha realizado aún un exhaustivo estudio sobre el trazado propuesto por Red Eléctrica, pero según los primeros informes asegura que la línea pasará cerca de los cantaderos de urogallo que actualmente hay en el municipio, especialmente en Piedrafita y Casomera. Los expertos alertan de que este tipo de líneas necesita un pasillo de seguridad por cada columna que se instale, lo que ocasiona una reducción importante de la masa forestal y del hábitat de esta especie.
Los ecologistas pidieron además más contundencia al Ayuntamiento de Aller para oponerse a este proyecto, ya que tras la última reunión celebrada en Cabañaquinta con Red Eléctrica Española aprecian «una cierta dosis de derrotismo» en el gobierno de Aller. Tanto ANA como COA alegarán contra la línea en todos los procesos de información pública que se abran, como ya realizaron con el proyecto de la estación de esquí de Fuentes de Invierno, al que se opusieron desde el principio alegando daños medioambientales.
Según explicó el presidente de ANA, Carlos Lastra, el proyecto de Red Eléctrica y la estación de esquí no son los únicos ejemplos de actuaciones que dañan el medio ambiente. Los ecologistas aseguran que la rehabilitación de la carretera de Piedrafita también es perjudicial para los recursos naturales y especialmente para el urogallo, ya que la vía atravesará por uno de los cantaderos del concejo.
Los ecologistas hicieron un repaso por los últimos censos realizados sobre la población de urogallos y calificaron la situación de alarmante. Aseguran que en toda la cordillera Cantábrica quedan menos de 150 urogallos macho, un 75 por ciento menos de los que se contabilizaron en 1982, fecha en que se censaron 600 machos. El descenso más espectacular se dio en el concejo de Aller, que ha pasado de 40 ejemplares en la década de los ochenta a los cuatro que hay actualmente. El concejo de Lena también redujo sus cifras.
Según los ecologistas, el urogallo atraviesa hoy una situación muy delicada que lo coloca a las puertas de la extinción. Uno de los indicadores más fiables para llegar a esta conclusión es, según los expertos, que los urogallos que quedan en la cordillera Cantábrica están repartidos ya en tres poblaciones distintas. La declaración que acaba de realizar el Principado para incluir al urogallo en el catálogo regional de especies amenazadas puede frenar esta situación, pero los ecologistas aseguran que esta decisión llega «tarde», ya que la población de urogallos lleva años en descenso.
Según los expertos, el Principado debería aplicar medidas preventivas para mantener esta especie y para evitar su desaparición definitiva. Aseguran que la apertura de nuevas pistas, los desbroces, la caza y el exceso de pastoreo en masas forestales están acabando con el hábitat de esta especie.
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pIdNoticia=299102&pIdSeccion=39&pNumEjemplar=935
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