Doce personas irán a juicio por matar a 39 galgos deshechos de la caza
Mérida, España. Una veterinaria y otras 11 personas se sentarán en el banquillo por sacrificar perros sanos con la única justificación de su inutilidad para la actividad cinegética. La veterinaria cobraba 15 euros por suministrarles la inyección letal y falsificar la causa de su muerte.