El zoo de Barcelona se degrada

El despido de la directora Maté supuso un frenazo a la investigación | Cardelús destaca el aumento de visitantes hasta los 1,1 millones del año pasado | Portabella cree que el zoo pierde prestigio al descuidar la investigación | Los chimpancés necesitan atenciones para mantener su salud mental.

12 junio 2008
España.

El parque zoológico ya no es lo que era. La muerte, hace un mes y medio, de la elefante Ali ha puesto de relieve las dudas que tiene la dirección sobre el futuro del recinto. Frente a las declaraciones del Ayuntamiento acerca de buscar un nuevo paquidermo para acompañar a Susi, el único ejemplar que ahora queda en la Ciutadella, se levantan las críticas de veterinarios y empleados del zoo, en el sentido de que no es posible mantener a dos elefantes en un espacio que ronda los mil metros cuadrados. La Asociación Mundial de Zoos y Acuarios (WAZA, en las siglas inglesas) recomienda un mínimo de dos hectáreas por pareja.

La discrepancia demuestra la diferencia de criterios entre un modelo centrado en la ciencia y la educación y otro basado en el espectáculo y el coleccionismo, propio del siglo XIX.

El zoo, según varios veterinarios y científicos, carece de un plan de futuro. El Ayuntamiento planea reducir la superficie del recinto de Ciutadella de las actuales 13 hectáreas a menos de cinco. La pérdida se compensará con el zoo marino (8,5 hectáreas), pero no está claro cuándo se construirá por falta de financiación.

Los veterinarios y científicos consultados lamentan que BSM, el holding municipal encargado de gestionar las empresas del Ayuntamiento, esté al frente del Zoo: "Del mismo modo que BSM no controla las escuelas públicas, no debería gestionar el Zoo. Gestiona aparcamientos y ha impuesto una lógica económica que perjudica la misión educativa y científica del zoo". "Falta sensibilidad animal", afirma otro experto.

Ignasi Cardelús, responsable político del zoo desde hace diez días, asume los errores del pasado, pero insiste en que, a pesar de ellos, "sube el número de visitantes (un 8% más en el 2007, hasta los 1,1 millones anuales) y sube la inversión: 1,5 millones de euros el 2007 y dos millones este año".

A finales de enero, sin embargo, la directora, Carme Maté, especialista en primates y responsable de haber impulsado la investigación, fue despedida de manera fulminante. Su línea, a favor de un parque más dedicado a la conservación, chocó con los intereses del Ayuntamiento. Su puesto lo ocupó una gestora de BSM sin experiencia con animales.

Cardelús insiste en que la ciudad tendrá un gran zoo cuando esté acabado el marino, aunque admite que no hay fecha. El Ayuntamiento valora en 120 millones el coste del nuevo recinto junto al mar. Está previsto construir un gran delfinario, un aviario y reproducir los ecosistemas de Doñana y las marismas del Besòs. Los expertos creen que no costará menos de 200.

El proyecto incluye una zona para recuperar animales salvajes, que iría a cargo de la fundación CRAM. Su director, Ferran Alegre, afirma que su interés en estar en el zoo marino se concreta en una estrategia dirigida a la recuperación y la reproducción asistida de especies en vías de extinción. Reconoce, sin embargo, que no ha tenido ningún contacto con las autoridades municipales desde hace varios meses.

Las líneas de investigación iniciadas por Maté con el CSIC y la UPF están en vía muerta, aunque un portavoz de BSM insiste en que se mantienen.

Jordi Portabella, líder municipal de ERC y antiguo responsable del zoo, lamenta que el modelo orientado a la ciencia y la educación se haya degradado: "El zoo de Barcelona tenía prestigio como institución dedicada a la conservación y la investigación. Ahora creo que se está perdiendo". Zoológicos como los de Leipzig y Cincinnatti, no muy grandes pero bien enfocados hacia la preservación, marcan el futuro, y no los basados en el coleccionismo del siglo XIX, según señalan los expertos. "Mantener un delfinario, cuando el delfín no es una especie en peligro, sólo tiene sentido como espectáculo". Un estudio de Depana señala, precisamente, que el 80% de la actuación de los delfines en el zoo de Barcelona es espetáculo sin contenido pedagógico.

Las condiciones de vida de los animales, al mismo tiempo, se degradan, según afirman los veterinarios. Ferran Guallar, director en España del Instituto Jane Goodall, asegura que desde hace meses la relación con el zoo está estancada. Hace un año que firmaron un convenio de cooperación. Jane Goodall tiene en marcha un programa para enriquecer la vida de los chimpancés, los animales más inteligentes de la colección, junto a los gorilas y los orangutanes. "El recinto no está todo lo bien que debería -explica Guallar-. Los animales se aburren y desarrollan comportamientos anómalos. Se pelean, se arrancan los cabellos y se comen los excrementos. En la selva tienen muchas cosas que hacer durante el día, pero en la Ciutadella, no".

El Ayuntamiento no ha descartado buscar un nuevo elefante, del mismo modo que tampoco ha renunciado a recuperar a la orca Ulises del Sea World de San Diego. Hacerlo, sin embargo, según los veterinarios, sería apostar por un modelo de zoo basado en el espectáculo, propio del pasado.

Necesitamos tu apoyo

AnimaNaturalis existe porque miles de millones de animales sufren en manos humanas. Porque esos animales necesitan soluciones. Porque merecen que alguien alce la voz por ellos. Porque los animales necesitan cambios. Porque en AnimaNaturalis queremos construir un mundo más justo para todos.

Las donaciones puntuales y periódicas de nuestros socios y socias son la principal fuente de nuestros fondos.