Los pollos que dan crí­a a  los 9 mil millones de pollos destinados al consumo humano (llamados broiler en ingles) en el mercado estadounidense han sido catalogados como gallus neglectedus, o "pollos maltratados" por el Dr. Joy Mench, un cientí­fico experto en pollos en la Universidad de California. El Dr. Joy decidió otorgarles esta etiqueta a los pollos que se dedican a dar crí­a debido a que su bienestar es completamente ignorado. (1)  Al igual que los pollos €œbroiler€a los que dan a luz, los pollos de crí­a son confinados en gallineros inmundos sin acceso a la luz del sol, a aire fresco o a cualquier elemento natural que encontrarí­an en su hábitat natural.

Cuando los pollos de crí­a son polluelos, sus picos sensibles son mutilados con navajas calientes. Este procedimiento se hace con objeto de evitar que los pollos se picoteen entre ellos. El picoteo incesante entre ellos se debe a la frustración generada por el confinamiento al que son sometidos. En algunas ocasiones, los criadores deciden amputarles los dedos, espolones y crestas. Durante estas mutilaciones no se les suministra ningún analgésico, haciendo aún más doloroso el procedimiento. Muchos pollos, tras haber sido amputados sus picos, mueren de hambre porque no pueden comer debido al dolor tan intenso que sufren.

Los pollos de crí­a son obligados a vivir en granjas industriales por más de un año. Debido a que viven más tiempo que los pollos broiler, están más expuestos a una muerte ocasionada por el colapso de sus órganos. Esto se debe al hecho de que alcanzan un tamaño mayor que en la naturaleza. En un intento por evitar estas muertes súbitas, los dueños de las granjas industriales limitan drásticamente la cantidad de alimento otorgada a los pollos de crí­a. Los pollos, por ende, sufren hambre y frustración constantemente. Cuando toman más agua para poder mitigar su hambre, los trabajadores de los gallineros industriales reducen el agua disponible para evitar tener que limpiar más estiércol.(2)  Algunos granjeros  introducen placas de plástico en las fosas nasales de los pollos machos. Las placas sobresalen de ambos lados de la cara de los pollos, evitando que alcancen a través de las rejas la comida de los comederos de las gallinas.

Después de un año de privaciones y confinamiento,  los cuerpos de los pollos de crí­a están tan exhaustos y maltratados para seguir poniendo huevos que finalmente son enviados al matadero. Frágiles y debilitados, son conducidos al lugar donde serán asesinados tras una larga vida tortuosa.


1 Feed Restriction: A Welfare Program of the Industry's Own Making, 2004.
2 C.J. Savory, P.M. Hocking, J.S. Mann, and M.H. Maxwell, €œIs Broiler Breeder Welfare Improved by Using Qualitative Rather Than Qualitative Food Restriction to Limit Growth Rate? Animal Welfare, 1996, p. 106.