Mintur pretende reavivar el arreo como atractivo turístico

Las vías están abiertas y el arreo no es necesario, sin embargo se ha venido haciendo para mantener la tradición.

07 abril 2010
Venezuela.

Barinas, Venezuela. Los caballos y asnos a lo largo de la historia han sido forzados a acompañar al hombre en las batallas, a transportar a las personas en sus largos caminos, a distribuir pesadísimos insumos y mercancías y también realizar trabajos de campo como el arado.

Gracias a los avances tecnológicos, y las invenciones como el automóvil estos animales han sido poco a poco liberados de estas labores y del sufrimiento al que son expuestos.

Una de las costumbres comerciales felizmente olvidadas en Venezuela es la de los arrieros de café en las montañas barinesas, pero lastimosamente tanto la gobernación del estado como el Ministerio del Poder Popular para el Turismo han reavivado la molesta tradición con la creación del Rally de Arrieros en la parroquia Caldera del municipio Bolívar.

Bajo la excusa “ecológica” y en plan de premiar a quienes aún se encargan de trasladar en bestia los alimentos a sus casas, así como las cosechas de café y otros rubros que se producen en estos sectores se realizó este evento que plantea convertirse en un acontecimiento anual los “domingos de resurrección”, otorgándole un carácter turístico.

En un  recorrido que va desde el Puente La Volcanera hasta la Plaza Bolívar de Masparrito (17 kilómetros de montaña) 16 caballos debieron cargar sacos de café sólo por competencia.

Existen muchísimas tradiciones crueles con los animales y el debate no puede llevarse a cuál es más o menos cruel, sino la abolición de todas aquellas donde el animal está expuesto al estrés y sufrimiento, y aún más cuando es completamente innecesario.

Rescatar tradiciones como el rally de arrieros no deja una buena imagen turística, no importa si le dan connotaciones de preservación, y si lo que se pretende es ayudar a la población que aún mantiene la costumbre, se les pueden financiar formas de trabajo más cómodas y prácticas para animales humanos y no humanos, al mismo tiempo de mantener el equilibrio ecológico. "No se puede alcanzar el Socialismo con estas costumbres del pasado feudal", señaló Rocío Parejas una turista de Mérida que acudió al evento.

El arriero puede ser un patrimonio del estado llanero, pero será más ejemplar si lo hace con los elementos de la modernidad y el trato ético hacia los animales, que dicho sea de paso garantizaría de una mejor manera el potencial turístio de Barinas.

Uno de los participantes del evento, Aníbal Azuaje develó a la prensa local que “las vías están abiertas y el arreo no es necesario, sin embargo se ha venido haciendo para mantener la tradición”.

 

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