Encerrados en una incómoda jaula de metal, cuatro personas, tres mujeres y un varón mayores pretendían, dijeron, mostrar lo aberrante, absurdo y degradante estado en que mucha gente tiene a miles de animales salvajes, no acostumbrados a vivir en cautiverio.
La singular exhibición estuvo dirigida por representantes de organismos no gubernamentales defensores de los animales y la ecología, apoyados por otros activistas, que además estaban encargados de reunir firmas de la población en apoyo a su demanda contra el gobierno.
En opinión de los activistas, entre los cuales se encuentra el coordinador de la Fundación Inti Wara Yasi, Juan Carlos Antezana, el Reglamento de Vida Silvestre, en lugar de contribuir a la preservación de las especies silvestres y la vida salvaje en Bolivia, lo que hace es favorecer los intereses de "inescrupulosos comercializadores de animales".
Acompañados de carteles alusivos a su lucha, los activistas intentan persuadir a los ciudadanos de no aceptar animales salvajes en sus casas y denunciar casos de personas que tuvieran en cautiverio especies silvestres, "cuya supervivencia está seriamente amenazada por la ilícita caza y captura en las selvas del país".
En un comunicado emitido a la opinión pública, el denominado Bloque Social Ecológico, anuncia el inicio de sus medidas de presión, "en contra de la aprobación del reglamento de exterminio de la vida silvestre".
Fuente: Hoy Bolivia.com
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