La estadística de festejos mayores a fecha 1 de agosto de este año registra un descenso muy evidente respecto a los números de 2022 en el mismo período de tiempo. Este año y hasta esa fecha, se han celebrado 79 corridas de toros menos (272 en 2022 frente a las 193 de 2023). Respecto a las novilladas, el déficit comparativo es de 64 novilladas menos (165 frente a las 101 de este año). En cuanto a los festejos de rejones, la caída es en picado: 46 festejos menos hasta el 1 de agosto (93 festejos de rejones hasta el 1 de agosto de 2022 por los 47 de este año).
¿Por qué aumentaron tanto los festejos en 2022? Corridas, novilladas y rejones alcanzaron cifras de hace casi dos décadas, un hecho insólito que contradecía la clara tendencia de declive imparable que el sector estaba sufriendo desde hacía una década. Entre 2009 y 2019, los festejos en las plazas se redujeron de 2.684 a 1.425, según apunta el Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Cultura.
Uno de los motivos por los que este año están habiendo muchas menos corridas es que el precio del toro y del novillo ha subido al haber aumentado los costes y porque, según el sector, además hay carestía de toros.
Pero probablemente uno de los principales motivos en cuanto a la diferencia de festejos celebrados en 2022 y los que llevamos este año en las mismas fechas, lo encontramos principlamente en la pandemia y una inyección económica sin precedentes que el sector de la tauromaquia recibió entre 2020 y 2022.
2022 fue el año de la vuelta a la normalidad, y según reconocen en el propio sector, había "hambre de toro". Los aficionados volvieron a las plazas tras dos años sin pisarlas. Pero 2022 fue también el año en el que los toros y novillos estaban a precio de saldo, pues a las ganaderías les interesaba deshacerse de ellos lo antes posible, o de lo contrario tendrían que mandar al matadero a todos aquellos que cumplieran cinco años, pues no pueden ser lidiados según el reglamento taurino.
La Comunidad de Madrid es la que más dinero público inyecta a la tauromaquia
El Gobierno de Ayuso lleva años nutriendo financieramente al sector taurino y así lo hico especialmente en los años de pandemia, encabezando el ránking de las comunidades que más dinero público entregaron al sector. En total, el dinero que el Gobierno madrileño puso sobre la mesa en forma de ayudas directas a las ganaderías en el marco de la crisis del coronavirus fue de 7,5 millones entre 2020 y 2021.
Si se amplia el campo de mira, y sin contar las ayudas públicas, entre agosto de 2019, fecha en la que Ayuso se convirtió en presidenta, y diciembre de 2021, los diferentes presupuestos de la Comunidad de Madrid han incluido 11,34 millones de euros para el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid. Antes de la llegada de Ayuso el presupuesto medio de este organismo no llegaba a los dos millones por año. Además, este 2023 Telemadrid, la televisión pública de Madrid, ha vuelto a retransmitir los toros por San Isidro. Este año ha sido la primera vez que se han podido ver en directo las 14 corridas de la Feria, del 10 de mayo al 4 de junio, más la que se celebra por la Festividad del Dos de Mayo.
Los Presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2023 aumentaron todavía más el dinero público dedicado a los toros. De hecho, la partida contemplada para Asuntos Taurinos en las cuentas públicas madrileñas se duplica: si en 2022 el gasto en este sector fue de tres millones de euros, en 2023 la Comunidad de Madrid va a destinar 6,3 millones de de euros. En 2019, el presupuesto para la tauromaquia fue de 4.143.101 euros.
Pero aún así, a pesar de todas las ayudas públicas marcando récords históricos, los festejos de plaza con muerte están demostrando volver a la tendencia de la última década, que es la de desapareciendo poco a poco. Hasta el Gran Prix ha optado este año por eliminar la prueba de la vaquilla. La inevitable tendencia de declive sigue su curso.
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