Los hurones suelen confundirse con fauna silvestre, pero en realidad no lo son. La confusión viene dada porque a varios animales del género Mustela que sí son salvajes, se les llama comúnmente ‘hurones’. Pero este tipo de hurón (el que conocemos, el doméstico) fue creado por el hombre, y al igual que los perros y los gatos, y no existe en vida salvaje.

Por dificultad de comercio, en algunos países no son tan comunes como animales de compañía como en otros lugares del mundo donde sí lo son (España, Estados Unidos o México), países donde existen granjas productoras de hurones, donde muchas de ellas los venden esterilizados por dos razones: la primera es para asegurarse el negocio, y la segunda es porque la reproducción de esta especie es de mucha complicación, hasta el punto de conllevar peligro de muerte. Sin embargo, se han logrado “exportar” irresponsablemente varios ejemplares sin esterilizar, y así exportarlos, reproducirlos y seguirlos vendiendo en las mismas condiciones.

Otra condición para la venta de hurones que debe ser considerada como un gran problema, es la práctica de la saculectomía, que es la extirpación de las glándulas perianales cuya función es despedir una sustancia lubricante con un fuerte olor, pero que a diferencia de sus primos los zorrillos, las glándulas son un poco más pequeñas y no pueden elegir el objetivo hacia donde es arrojado el almizcle. El propósito de esta sustancia es comunicar su sexo a otros miembros y como un pobre método de defensa. Algunos no las utilizan en toda su vida. Estos animales desprenden un olor fuerte que para la mayoría de las personas es bastante desagradable, y éste aumenta o disminuye según su época reproductiva ya que ambos sexos tienen épocas de celos, lo cual se soluciona sólo con la esterilización, pero al contrario de lo que se cree, el olor característico de los hurones NO es causado por las glándulas perianales, sino por otras glándulas sebáceas que tienen repartidas por todo su cuerpo. Por lo tanto, el propósito definido de esta práctica no sirve de nada y por el contrario se crean muchos problemas de salud a futuro, lo que hay que tener muy en cuenta ya que supone un problema mayor en países donde el desconocimiento es casi total y que lo más probable es que termine sufriendo el animal y la persona que lo tiene.

En algunos países como Venezuela, donde el conocimiento sobre hurones es casi inexistente sobre todo a nivel de salud, la tenencia se convierte en algo muy complicado, no sólo para nosotros, sino también para ellos. Es muy irresponsable pensar en tener un animal en un país donde no hay médicos veterinarios que realmente tengan conocimientos sobre las diferentes afecciones que pueden padecer.

Los hurones también padecen de abandono aunque no sea tan perceptible como con los perros y gatos. Lo que sucede con ellos, es que a diferencia de los felinos y caninos, no tienen ninguna habilidad para sobrevivir en las calles por más de algunas horas, considerando ese tiempo como mucho. Y esa la razón de no ver hurones abandonados, por lo menos libremente.

No importa si compraste un hurón en una granja, una tienda de animales, o a un particular, de cualquier manera estás contribuyendo al comercio de animales, al abandono, al sufrimiento, a la vida en jaulas. Si quieres un animal de compañía acude a un refugio o alguna organización o proteccionista independiente, donde hay muchos victimas del abandono esperando por un hogar. No compres hurones ni fauna silvestre, no compres perros o gatos, adopta un amigo y salva una vida.

Yiyi Maiola
Coordinadora de AnimaNaturalis en Maracay-Venezuela