Sherlock , un perro mestizo, fue adoptado por una socia de la organización de protección animal El Refugio. Algunos años después su dueña falleció y el animal regresó de nuevo a la asociación. Fue entonces cuando Chris, una voluntaria de la protectora, decidió darle una segunda oportunidad. Y lo adoptó. En ese momento Sherlock tenía ya trece años. "Un caso como el de Sherlock ", manifestó el presidente de El Refugio, Nacho Paunero, "ayuda a entender que todos los perros y gatos adultos que tenemos merecen tener una segunda oportunidad y ser adoptados".

La vejez no es una enfermedad, es solo una etapa más en la vida del can. Y no todos los perros se hacen ancianos a la misma edad. Mientras que un animal de gran tamaño se considera senior a los cinco años, un perro pequeño no es entra en la vejez antes de cumplir los siete. Muchos adoptantes ignoran, sin embargo, las múltiples ventajas que puede tener adoptar un perro anciano.

Es cierto que el envejecimiento trae consigo cambios físicos y metabólicos que el propietario debe conocer. Pero, a cambio, la relación con un perro en la vejez suele ser más sencilla que con un cachorro o un animal joven. Casi dos de cada diez perros que se abandonaron en España en 2010 eran ancianos, según el estudio Fundación Affinity sobre abandono de animales de compañía.

Diez motivos de peso por los que adoptar un perro anciano:

1- El perro anciano ya está educado El futuro adoptante no tendrá que pasar por la difícil y, a veces, incómoda tarea de enseñar modales al cachorro. El perro que entra en su vejez ya sabe pasear con correa, no comerse los muebles, respeta las plantas y no hace sus necesidades en el parque. Conductas que, sin embargo, todo perro pequeño hace alguna vez (como mínimo).
2- El perro anciano sabe cómo comportarse La gran mayoría de los perros de edad senior ya conocen qué han de hacer y cómo han de comportarse para pertenecer a una manada (la familia de adopción). Saben cómo agradar. Y su necesidad de cariño y gratitud es tan grande como su capacidad de dar amor.
3- El perro senior sabe con total claridad lo que significa "no" El animal anciano adoptado que ya ha convivido con otra familia entiende las órdenes que recibe de su dueño mucho mejor que un cachorro o un perro joven. Su disciplina es sin duda mayor: son perros maduros.
4- Un "abuelete" aprende a mayor velocidad Adoptar a un perro de edad avanzada implica algunas ventajas de aprendizaje. El animal anciano se adaptará antes a nuestros hábitos, horarios y carácter que uno que no haya convivido nunca antes con personas, y haya que enseñarle desde cero.
5- El perro anciano no sufre la dura etapa de la dentición Una de las ventajas de adoptar un perro anciano es que evitará algunas molestias propias de los perros más jóvenes, como la dolorosa dentición. Los cachorros que atraviesan la etapa mordisquean todo lo que tienen a su alcance: zapatos, muebles, cestas de la ropa, puertas, etc. Un perro abuelo ya ha superado esta etapa.
6- El carácter de un perro anciano es definitivo Los canes pueden sufrir cambios de comportamiento conforme van creciendo. Y en ocasiones, un simpático cachorro puede no serlo tanto cuando alcanza la edad adulta. El adoptante de un perro anciano se evita sorpresas: conoce el carácter del animal desde el principio.
7- El perro "abuelo" es un gran compañero El can anciano será un gran compañero de su dueño, desde el primer día, de casi cualquier actividad que su amo le proponga. Los perros adoptados suelen ser más agradecidos, pues conocen el abandono. Y si son ancianos, aún más. Un can senior estará por lo general ansioso por complacer a su nueva familia, sobre todo si ha sufrido antes de su adopción.
8- Proporcionan más tiempo libre Los perros de poca edad no están aún habituados al horario de los humanos. Un cachorro tiene ganas de jugar o hambre a horas intempestivas. Un perro en su vejez ya conoce estas reglas. Y permiten por ello, entre otras ventajas, dormir mejor.
9- Necesitan hacer menos ejercicio El ritmo de vida actual no siempre permite tener tiempo suficiente para dar largos paseos a diario. En estos casos, adoptar un perro anciano es una buena opción: no necesitará paseos tan largos como los perros jóvenes. Un perro senior estará, por lo general, más que satisfecho con el tiempo que su amo pueda ofrecerle. Eso sí; también en el caso de los perros: cuanto más se da, más se recibe.
10- Todos merecemos una segunda oportunidad El perro anciano que ha sido abandonado tienen más probabilidades de acabar sus días en una protectora o casa de acogida que sus compañeros de menor edad. Para un can en la vejez, compartir con una familia el tiempo que les queda es regalar tiempo de calidad, de cariño y de lealtad.

Adoptar un perro anciano puede ser una experiencia inolvidable. Y dejará el recuerdo de una amistad verdadera.

Por: Eva San Martín
Fuente: Consumer.es