EPSCO debió abordar el riesgo sanitario de la granja de pulpos de Las Palmas

En el contexto de la reunión del Consejo de Empleo, Política Social y Consumidores del Consejo de la Unión Europea (EPSCO) en Las Palmas este 28 de julio, nos concentramos a las puertas del Auditorio Alfredo Kraus para llamar la atención de los peligros que puede suponer la puesta en funcionamiento de la granja de pulpos que Nueva Pescanova proyecta en las costas canarias.

01 agosto 2023
Las Palmas de Gran Canaria, España.

Coincidiendo con la reunión del Consejo de Empleo, Política Social y Consumidores del Consejo de la Unión Europea (EPSCO) en Las Palmas este pasado viernes 28 de julio, las organizaciones AnimaNaturalis, junto a Eurogroup for Animals, Acción Océanos y Raíces & Brotes del Instituto Jane Goodall, preparamos una concentración a las puertas del Auditorio Alfredo Kraus para llamar la atención a los peligros que puede suponer la puesta en funcionamiento de la granja de pulpos que Nueva Pescanova proyecta en las costas canarias.

A pesar de que la comunidad científica, ecologistas y defensores del bienestar animal han tratado de llamar la atención a las autoridades acerca de las consecuencias que puede traer la granja de pulpos de Nueva Pescanova -la primera de su tipo-, la respuesta gubernamental ha sido nula. "No existen experiencias anteriores, pero la opinión científica es unánime: criar pulpos en una granja de estas características es cruel, atenta contra toda concepción de bienestar animal, profundiza problemáticas ambientales y hasta puede poner en peligro la calidad de vida de las personas", explica Cristina Ibáñez, coordinadora de AnimaNaturalis.

Una de las motivaciones de la reunión de la EPSCO, celebrada el pasado viernes 28 de julio, era abordar la cuestión del “One Health” como estrategia para subsanar y prevenir problemas de salud que se han generalizado en Europa. Los representantes de Sanidad de varios países estuvieron presentes, junto al ministro español José Miñones y la ex ministra de Sanidad Carolina Darias, actual alcaldesa de Las Palmas. Aunque existan otras prioridades en la pauta de reunión, el riesgo medioambiental y de salud que puede significar la construcción de esta granja debiera haber sido asumida en el encuentro. “Es responsabilidad de los responsables de nuestra salud atender los riesgos que la comunidad científica ya ha destacado... y más aún si la propuesta para abordar estos temas es holística, como lo plantea One Health”, explica Ibáñez. “Girar la mirada para no ver lo que se está construyendo el el patio trasero de la reunión de EPSCO no hace desaparecer la cuestión y creeremos que puede ser negligente no abordar el bienestar animal de los pulpos, el deterioro ecológico y los riesgos sanitarios que esta granja puede producir”, agrega.

“Sabemos que toda campaña que lucha por evitar el sufrimiento de los animales se enfrenta a grandes intereses económicos, y en el caso de la granja de pulpos de Canarias no podría ser diferente”, explica Ibáñez. “Somos parte de una gran iniciativa internacional para llamar la atención acerca de los abusos que están a punto de cometerse en esta explotación, y nuestra intención es informar a la población acerca de las consecuencias que esta granja conlleva”, agrega.

La comunidad científica internacional ha levantado la alarma acerca de la granja de pulpos instalada en Las Palmas, porque podría tener consecuencias nefastas para el medio ambiente, salud y bienestar animal. Se han realizado varios reportes acerca de este tema, que se pueden descargar y leer desde la web de la campaña www.BanOctopusFarming.org.

“Los pulpos son asombrosamente inteligentes, capaces de resolver problemas complejos, a veces utilizando herramientas, y los científicos están estudiando ahora la relación entre su cambio de color y las emociones. Cuando me enteré de que empresas españolas planean encerrar a estas criaturas sensibles y fascinantes en "granjas de pulpos", me sentí profundamente angustiada. Estas granjas no podrán ofrecer las condiciones que los pulpos necesitan y merecen, e inevitablemente causará un nivel de sufrimiento que ahora sabemos que es inaceptable. Espero que nos ayuden a evitar esta situación. Debemos actuar ahora”, explica la Dra. Jane Goodall.

Nueva Pescanova se ha mostrado reacia a compartir detalles sobre sus planes para la instalación, pero a través de los planes presentados y los informes sabemos que la empresa pretende entrar en funcionamiento en 2023 y declaró una "producción" anual estimada de 3.000 toneladas de "carne" de pulpo. Teniendo en cuenta que el Octopus vulgaris pesa hasta 9 kilogramos, eso significa el sacrificio de al menos 300.000 pulpos en cautividad cada año.

“El impacto ambiental de este tipo de explotaciones es altísimo, con contaminación por el uso de compuestos químicos como fertilizantes, alguicidas, antibióticos o desinfectantes. Estas consecuencias no afectan solo a la zona en la que se sitúa la granja, sino a muchas otras, incluso muy lejanas, comunicadas por las corrientes marinas”, explica Taïme Smit, representante de Acción Océanos. “Si lo que queremos es recuperar las poblaciones de pulpos en sus ecosistemas, existen otras maneras más éticas y sostenibles de hacerlo. Esta campaña es, por tanto, una llamada a la acción por parte de la población española y europea para prohibir a nivel europeo la cría de pulpos en granjas marinas, una práctica innecesariamente cruel y poco sostenible”, agrega.

Dado que mantener las condiciones ideales de crecimiento en mar abierto es casi imposible desde el punto de vista logístico, pretenden criar los pulpos en tanques en tierra. Aunque estos tanques resultan más cómodos para la industria, su funcionamiento requiere una gran cantidad de recursos, lo que plantea dudas sobre el uso de la energía y las emisiones.

Además, no está claro cómo se tratarán las grandes cantidades de agua antes de verterlas en los cursos de agua. Por último, no sabemos si pretenden aislar a los pulpos en tuberías individuales y restrictivas o hacinarlos en tanques comunes; pero en cualquiera de los casos hay serias dudas sobre cómo se garantizará el bienestar de las criaturas.

Los pulpos tienen un índice de conversión de alimentos de 3 es a 1. Es decir, se necesitan 3 kg de comida para obtener 1 kg de carne de pulpo. Esto no es un uso justificable de los escasos recursos alimentarios del mundo. Por esta razón, la cría de pulpo se consideró incompatible con las Directrices Estratégicas de Acuicultura de la UE. 

Las intensas condiciones de la granja aumentan la exposición de los pulpos, pero también abriría la posibilidad de transmisión a los humanos. Estudios anteriores han descubierto que los pulpos pueden padecer hasta 20 patologías diferentes, entre ellas el Vibrio cholerae, causante de la enfermedad del cólera en los humanos. 

La empresa española planea matarlos con hielo, colocándolos en recipientes de agua a -3°C, a pesar de que existen estudios que han demostrado que este método de sacrificio que utiliza “lodo de hielo” provoca una muerte lenta y estresante en peces.

Los pulpos no tienen esqueletos internos o externos que los protejan, y su piel es muy frágil y se daña fácilmente. En el entorno de una granja, los pulpos pueden resultar heridos, ya sea por el contacto físico de un manipulador o por interacciones agresivas con otros pulpos. Su tipo de movimiento -si están confinados en espacios pequeños- podría lesionarlos al chocar contra las paredes de los tanques. Existe un alto riesgo de dolor y sufrimiento por las lesiones que probablemente se produzcan.

Los pulpos son conocidos por su extraordinaria inteligencia y, como resultado de su tendencia a explorar, manipular y controlar su entorno, serían fácilmente susceptibles de aburrirse en cautividad. Es probable que las granjas de pulpos cuentan con entornos estériles y sin estímulos sensoriales. Además, como animales naturalmente solitarios, los pulpos no se adaptaría bien a las condiciones de hacinamiento que son típicas de los sistemas de granjas industriales.

 

 

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