La zarigüeya es conocida como chucha, fara o zorrochucha, hace parte de la familia Didelphidae y representa la mayoría de los marsupiales americanos distribuidos en todo Sudamérica. Ocupan hábitats con elevaciones extremadamente altas y desérticas.
Existen aproximadamente 100 especies de esta familia y en Colombia se reconocen cerca de 50 especies del orden marsupial.
Presentan una cabeza cónica y es mucho más grande que la proporcionalidad con su cuerpo, un hocico puntiagudo, ojos grandes y orejas redondeadas. Con extremidades cortas, con un dedo oponible que les permite sujetar objetos y mejorar sus habilidades trepadoras.
Son omnívoras, se alimentan de frutas maduras, vegetales, hojas, néctar, flores, invertebrados, pequeños vertebrados, lo cual los hace controladores de plagas y tienen hábitos en su mayoría nocturnos.
La zarigüeya tiene un alto nivel ecológico y una gran importancia en los ecosistemas por su papel en la dispersión de semillas, son presa principal para algunas especies como lechuzas, halcones y en general de la mayoría de mamíferos carnívoros.
La mayor de las amenazas para este animal es la destrucción de su hábitat, por eso es tan común encontrarlas en zonas pobladas por seres humanos. Como consecuencia están expuestas a atropellamiento en las carreteras, ataques por animales domésticos y caza por parte de comunidades que las utilizan como alimento.
Las zarigüeyas no son animales peligrosos, al contrario, son dóciles y muy nerviosas. Si encuentras alguna, no la ataques ¡Protégela!
Para evitar que las zarigüeyas entren a tu hogar, evita dejar desperdicios de comida, cierra muy bien las ventanas, guarda las basuras y evita dejar a la mano el alimento de animales domésticos, pues esto las atrae.
Aprendamos a convivir con las demás especies, este planeta es de todos y todos tenemos derecho a vivir en él.
Necesitamos tu apoyo
AnimaNaturalis existe porque miles de millones de animales sufren en manos humanas. Porque esos animales necesitan soluciones. Porque merecen que alguien alce la voz por ellos. Porque los animales necesitan cambios. Porque en AnimaNaturalis queremos construir un mundo más justo para todos.
Las donaciones puntuales y periódicas de nuestros socios y socias son la principal fuente de nuestros fondos.
