En un debate tenso y apasionado en la Comisión de Fomento, Cooperación Local y Prevención de Incendios de la Junta General del Principado de Asturias en relación con la reforma de la ley de espectáculos públicos, expertos de diversos campos discutieron la propuesta de reforma de la ley de espectáculos públicos de Asturias, que busca prohibir la entrada de menores a las corridas de toros y el consumo de alcohol en estos eventos. Esta reforma, liderada por IU-Convocatoria por Asturias, podría afectar significativamente a El Bibio de Gijón, el último coso taurino de la región.
Benito Aláez Corral, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, presentó un sólido argumento legal en apoyo a la reforma. Destacó que el gobierno regional tiene la competencia para regular los eventos públicos y proteger a los menores. Aláez citó resoluciones del Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas que reconocen los efectos nocivos de los "espectáculos violentos" en los niños y las consideró jurídicamente vinculantes para España. Argumentó que la reforma propuesta no solo es una obligación internacional, sino también una medida sensata y razonable.
Sergio García Torres, exdirector general de Derechos de los Animales, respaldó los comentarios de Aláez, subrayando el sufrimiento inherente de los toros en estos eventos. Comparó la tauromaquia con otras prácticas históricamente abandonadas, como las peleas de perros, y enfatizó que reconocer la crueldad involucrada es un hecho científico. Torres argumentó que la oposición a las corridas de toros tiene una larga historia, apoyada por figuras notables como Francisco de Quevedo y Pío Baroja, desestimando la idea de que los sentimientos antitaurinos son una tendencia política reciente.
Por el contrario, Fernando José Fernández-Guerra Fernández, un experto taurino, defendió la importancia cultural y económica de la tradición. Afirmó que la tauromaquia sustenta "cientos de miles" de empleos y ayuda a mantener las poblaciones rurales y el paisaje de la cría de toros. Fernández-Guerra criticó los supuestos motivos políticos detrás de la reforma, argumentando que busca socavar una tradición cultural rica y promover actividades culturales artificialmente.
Covadonga Tomé, diputada del Grupo Mixto, está al frente de la promoción de este cambio legislativo. Aboga por que Asturias lidere la protección de los menores frente a las corridas de toros y busca que estas sean reconocidas legalmente como maltrato animal. Tomé sostiene que, a pesar de la etiqueta cultural atribuida a la tauromaquia por gobiernos anteriores, ya no tiene lugar en la sociedad moderna. Apoya su postura con datos que indican que solo una pequeña fracción de españoles asistieron a corridas de toros en los últimos años.
El debate en la Junta General del Principado de Asturias refleja una división social y política más amplia. Los defensores de la reforma argumentan que protege a los menores de la exposición a la violencia y se alinea con los estándares éticos contemporáneos. Los opositores ven esto como un ataque ideológico a una tradición cultural con valor económico y social.
A medida que el proceso legislativo continúa, se espera que las discusiones se profundicen, considerando diversos puntos de vista y buscando equilibrar el patrimonio cultural con los estándares éticos modernos y la protección de las poblaciones vulnerables. El resultado probablemente tendrá implicaciones significativas para el futuro de la tauromaquia en Asturias y podría sentar un precedente para otras regiones en España.
Debate público: "No es cultura, es un chiringuito"
Un día antes, el miércoles12 de junio, tuvo lugar en la Escuela de Comercio de Gijón la mesa de debate “No es cultura, es un chiringuito”, organizada por el equipo de la diputada Covadonga Tomé. Ella presidirá y moderará el análisis sobre la insostenible protección del maltrato animal como patrimonio cultural. Tomé insta al gobierno de España a que rectifique la ley del PP y declare las corridas de toros como maltrato animal, modificando las leyes necesarias en consecuencia.
En la mesa, Tomé estará acompañada por Sergio García Torres, antiguo director general de Derechos de los Animales y redactor de la Ley de Bienestar Animal en la anterior legislatura, David Calvo, miembro de la Comisión Promotora de la iniciativa legislativa popular “No Es Mi Cultura” para abolir la tauromaquia, y el artista Román Torre, interesado en la investigación de los conflictos generados en el entorno político. Además, vía streaming, participó Esmeralda Hernández, senadora colombiana, que explicó el proceso para abolir las corridas de toros en su país. Hernández fue responsable de la redacción de una ley que podría inspirar a España para derogar la Ley 18/2013, que bajo el gobierno de Mariano Rajoy declaró la tauromaquia como patrimonio cultural de España.
“Desde hace una década, las fuerzas retrógradas se amparan en una frase que escribieron en el preámbulo de aquella ley para no enfrentarse al debate que nos resistimos a cerrar: 'El carácter cultural de la tauromaquia es indiscutible'. Efectivamente, lo aprobaron sin discutir, impusieron a la mayoría de los españoles una España en decadencia e indecente ante Europa. Para ellos es indiscutible; para nosotros y nosotras es indefendible. Queremos compartir con la ciudadanía nuestras preocupaciones y que compartan con nosotras sus preocupaciones”, explica la diputada Covadonga Tomé.
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