Barcelona, 29 nov (EFECOM).- Tres activistas de la asociación para la Defensa de los Animales (Adefan) se han desnudado frente a El Corte Inglés en la plaza Catalunya de Barcelona y otra decena han mostrado fotografías de animales torturados para denunciar la crueldad del comercio de pieles y sensibilizar a los ciudadanos ante las compras de Navidad.
Bajo el lema "Mejor desnudos que con pieles", una joven se ha introducido en una jaula desnuda y otros dos han hecho "top less" para escenificar la tortura de animales, que también han mostrado mediante fotografías de ejemplares destrozados y mutilados en granjas de peletería.
"Si la piel es tu pasión, arráncate la tuya", "Necesita su piel, tú no. Boicot a las pieles" han sido algunas de las consignas coreadas durante la protesta.
También han mostrado abrigos de piel de zorro manchados con sangre donados por señoras que han decidido no utilizar pieles de animales.
"El objetivo es sensibilizar a todo el mundo sobre lo que sufre un animal por culpa de la vanidad humana, que compra sus pieles y fomenta el negocio de la industria peletera", ha manifestado a Efe la portavoz de Adefan, Montse del Olmo.
Los activistas también han advertido de que además de abrigos, este año se venden en España figuras elaboradas con piel de gato o perro en tiendas orientales a precios muy asequibles, por lo que Adefan ha pedido el boicot de los productos elaborados con piel originarios de países asiáticos.
En países cálidos como España e Italia la compra de abrigos de piel es más elevada que en los países nórdicos debido a que es símbolo de un elevado estatus social, según Adefan.
Un abrigo de piel se confecciona con 17 linces, o con 6 leopardos, u 8 focas adultas o hasta 300 chinchillas que "sufren una tortura tanto en las capturas con trampas como en granjas peleteras", ha añadido Montse del Olmo.
Para fabricar un abrigo de astracán, según datos de Adefan, son necesarias 35 crías de ovejas de Afganistán a las que se les corta la garganta y, cuando aún están vivas, se les arranca la piel.
En las granjas peleteras, animales como el visón se vuelven locos, se autolesionan y se comen a sus crías a causa del estrés que sufren al ser encerrados en jaulas "diminutas", según la asociación.
La asociación ha lamentado el comercio libre y la falta de regulación legal ante la importación de pieles.
http://cl.invertia.com/noticias/noticia.asp?idNoticia=200311291613_EFE_NH0305&idtel=
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