Cataluña elimina el sacrificio de perros y gatos

• La nueva norma de protección de animales prohíbe la venta a menores de 16 años
• Veta las granjas de monos, las ferias de ponis y el tiro al pichón, y limita los 'corre-bous'.

27 junio 2003
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Catalunya prohibirá el sacrificio de gatos y perros abandonados, la venta de animales de compañía a menores de 16 años, el tiro al pichón y las granjas para la cría de primates, entre otros muchos aspectos, según la nueva ley de protección de los animales, que hoy aprobará el Parlament por unanimidad. La normativa, una de las más avanzadas de Europa, también aumenta las multas y agiliza el proceso sancionador para evitar que las disposiciones --tanto las nuevas como las que ya están en vigor desde 1988 o las que se han incorporado mediante reglamentos-- caigan en saco roto.
No tener el animal censado, considerado una falta leve, es sancionable con multas de entre 100 y 400 euros. Exhibir animales de compañía en los escaparates de las tiendas, ejemplo de infracción grave, lleva aparejada una multa de entre 401 y 2.000 euros. Finalmente, una multa muy grave, como el tráfico de especies protegidas, puede ser sancionado hasta con 20.000 euros (3,3 millones de pesetas). El dinero recaudado revertirá en el cumplimiento de la propia ley.
En cuanto al fin de la eutanasia canina, uno de los aspectos más novedosos, el texto da de margen hasta el 2007. Parece un periodo prudencial teniendo en cuenta la cuestionada experiencia de Barcelona --la perrera está al borde del colapso--, pero las asociaciones animalistas opinan que la obligatoriedad inmediata habría forzado a las administraciones a implicarse un poco más.
Carmen Méndez, presidenta de la Asociación para la Defensa de los Derechos de los Animales (ADDA), afirma que "los abandonos se reducirían de forma drástica si realmente se cumplieran las normas ya existentes", como la obligatoriedad de poner un chip al perro, algo que actualmente sólo cumplen entre el 20% y el 30% de los dueños.

Acreditación para vendedores.
La normativa incide especialmente en la comercialización de animales de compañía. No sólo limita la compraventa entre particulares, sino que obliga, por ejemplo, a que el personal de los comercios pase un curso de formación como cuidador.

Registro de entrada.
Los centros de cría y venta deberán tener un libro de registro de entrada y salida de animales siempre identificados (la venta por parte de centros de cría sin haber sido declarados núcleos zoológicos es considerada una infracción grave). Asimismo, para efectuar cualquier transacción será obligatorio que perros y gatos lleven el correspondiente microchip o, en su defecto, un tatuaje.

Tiendas amplias y luminosas.
Las tiendas, además de cumplir con los requisitos de espacio y luminosidad, ya incluidos en normativas actuales, no podrán exhibir animales en sus escaparates. Tampoco estará permitida la exhibición ambulante como reclamo o la donación de animales como premios o recompensas. Los veterinarios acogen la ley con satisfacción, pero piden a las administraciones "que hagan cumplir de forma efectiva todas las disposiciones", como explicó Albert Sordé, representante del colegio profesional.

Mutilaciones con fines estéticos.
La ley condena el maltrato físico e incluso el "maltrato psíquico". Los animales de compañía son tenidos como "seres sensibles" y, por tanto, se prohíbe su mutilación con fines estéticos, como cortarles la cola. También está prohibido mantenerlos atados durante gran parte del día y someterlos a trabajos inadecuados, así como filmar escenas de crueldad, aunque sean ficticias, si no tienen un permiso.

Salud y vacunas.
No vacunar un perro es una infracción grave. Los cachorros importados o criados para ser vendidos como animales de compañía no podrán ser separados de la madre antes del momento de destete recomendado para cada especie.

Toros.
La ley prohíbe las luchas de animales, incluyendo las peleas de gallos, pero deja prácticamente como ahora las corridas y los corre-bous sin muerte, que podrán celebrarse siempre y cuando la localidad interesada en ello atestigüe que se trata de una tradición y no de un reclamo turístico. Los menores de 14 años podrán asistir a corridas. Finalmente, la ley prohíbe las exhibiciones feriales con ponis, pero no menciona para nada los animales de circo.

Primates.
En cuanto a las granjas de primates, que tanta controversia han provocado, el texto prohíbe "la instalación de centros de cría que tengan como objeto la reproducción o comercialización para la experimentación animal".

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