El caballo losino, raza autóctona burgalesa, podría desaparecer. 200 ejemplares de la ganadería de Pancorbo serán valorados por su carne y subastados sin que se haya garantizado su supervivencia.
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Razas equinas hay muchas pero en la provincia de Burgos se conserva una única de estas especies: la losina. Única por estar declara como raza autóctona de Castilla y León, única por su belleza, su nobleza y su capacidad de adaptación la medio y, sobre todo, única porque en la actualidad tan solo se conservan unas cuatrocientas cabezas en dos ganaderías de Pancorbo y Quincoces de Yuso, aunque la el Departamento de Veterinaria Genética de la Universidad de Córdoba ha concluido que la pureza de la raza se mantiene al 100% solo en la finca de Obarenes, es decir en unos doscientos caballos.Pero esta raza, que hace tan solo medio siglo contaba con cerca de 15.000 ejemplares, está al borde de su desaparición.
En un plazo aproximado de dos meses los caballos de la ganadería de Pancorbo saldrán a pública subasta, su destino es tan incierto que va desde la compra por parte de otro ganadero interesado en el mantenimiento de la raza a la venta de los animales para su sacrificio, una opción, que significaría prácticamente el fin del caballo losino.A esta situación se ha llegado por los problemas que los caballos que Ricardo de Juana ha criado en los últimos veinte años en Pancorbo han ocasionado en la fincas del entorno de los Montes Obarenes donde viven en semilibertad. Especialmente afectados se encuentran los propietarios de fincas de labranza integrados en la Sociedad de Transformación agraria El Cañizal. «El problema fundamental es que parece ser que hay una especie de incompatibilidad entre el mantenimiento de esa ganadería en régimen de estabulación con el propio desarrollo de la raza.
Según ha venido manifestando en sus escritos Ricardo de Juana, es un animal que precisa de un estado de semilibertad en zonas abiertas, lo cual nos parece fantástico, pero siempre que no perjudique los derechos de terceros y ahí viene el problema», explica el representante legal del colectivo. Y es que los animales, sueltos y sin ningún tipo de impedimento, recorren los montes de Pancorbo desplazándose a aquellas zonas cultivadas donde mejor alimento y más sencillo de obtener tienen (fincas de cebada principalmente de municipios como Encío, Obarenes, Villanueva de Teba, Miraveche y Pancorbo). «El problema es permanente y continuo, los daños son generalizados en la totalidad de las fincas y afectan a una parte muy importante de la producción», comentan desde la sociedad El Cañizal. Incluso hay fincas en las que el destrozo es del 100%. Los primeros problemas se detectaron en el año 2000, de forma esporádica, pero fue en la cosecha 2000-2001 cuando los problemas ocasionados por los caballos se generalizaron.Multas y embargo. Ante esta situación, trasladada la Junta de Castilla y León, entidad que ha venido pagando una media de 120 euros por caballo al año para el mantenimiento de la raza, y debido a la «imposibilidad de que el propietario de los caballos tomara medidas», la sociedad emprendió acciones legales en busca de una compensación por los daños.
Así hay una serie de sentencias condenatoria a favor de los agricultores desde 2001 hasta la más reciente correspondiente a febrero de este año, que en suma suponen una indemnización cercana a los 45.000 euros.De esta cantidad, la sociedad agrícola ha recuperado solo una pequeña parte y el juzgado primero ha procedido al embargo de las subvenciones de la Junta para después hacer lo mismo con los caballos, han pasado a ser propiedad de El Cañizal. «Estamos en fase de valoración de los animales para sacarlos a pública subasta, como cualquier otro bien, aunque en este caso es un tanto especial, se hará una peritación para fijar un precio de salida», comenta el letrado. Así parece ser que el hecho de que sea una raza autóctona, protegida y en cuya cría la Junta ha colaborado económicamente no afecta para la subasta. «Nosotros no queremos los caballos, sino una compensación económica y como los únicos bienes conocidos del propietario son esos nosotros los venderemos», añade.
En dos meses se podrían señalar las fechas de la subasta. Los cerca de 200 losinos de Pancorbo no tendrán un precio especial como consecuencia de sus especiales características. «El valor de los animales es muy subjetivo, se da la circunstancia de que un veterinario hace una valoración como si fuesen para carne», explica el letrado. Y tal vez así acaben los animales, convertidos en carne.Otros afectados. La entidad menor de Obarenes ha hecho múltiples denuncias ante la Junta de Castilla y León «tienen conocimiento de los daños que producen», especialmente en las zonas de repoblación de montes. Los agricultores de localidades como Villanueva de Teba, Miraveche y Pancorbo siguen presentando denuncias ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), llevan años haciéndolo, y dirigen sus protestas hacia la Administración regional, pero de momento sin resultado positivo alguno. Señalan no tener nada en contra de los caballos, pero no están dispuestos a ver como parte de su cosecha es devorada por los equinos sin que nadie adopte medidas. «Del ganadero -afirman- no sabemos donde está y en la Junta nadie toma una decisión para solucionar un problema que se viene repitiendo desde hace años y que se agravará si nadie adopta medidas porque cualquier día se bajan a la carretera». Por su parte, el alcalde de Pancorbo, Jaime Estefanía, que no quiere entrar a valorar el problema, afirma que De Juana, que es concejal del PSOE, «hace un año no acude al Ayuntamiento».
El ganadero. Ricardo de Juana Aranzana, asegura a DB que el problema surgió cuando «el presidente de la junta administrativa de Obarenes cortó la alambrada que impedía el paso de los caballos a las fincas», verja que él mismo reparó para ver días después como «la volvían a cortar». Entiende las quejas de los agricultores y las denuncias, las que le han condenado a pagar 120.000 euros por año, «yo me he quedado sin recursos y así ha llegado el embargo de las cuentas y finalmente de la ganadería», ante lo que dice «no poder hacer nada».De Juana, que comenzó en la década de los 80 su proyecto de recuperación de la raza pasando de 33 ejemplares a más de 200, entiende que «estos caballos son un bien patrimonial de los burgaleses que está por encima de la propiedad» y, por ello, no baraja la posibilidad de que los caballos sean sacrificados. «Tiene que haber alguien que se haga cargo de ellos, que garantice su continuidad». Cansado de la situación, el ganadero se ha retirado de Pancorbo y estima que «el Gobierno regional debe valorar si esta raza debe ser conservada o no y si puede o debe poner los medios necesarios». Defiende que ha luchado «contra viento y marea» por la conservación de la raza que «hubiera desaparecido si no es por mi trabajo». Por ello, pide a la Junta que «se olvide de mí y se centre en los caballos que son realmente lo importante».La postura de la Junta de Castilla y León.
Baudilio Fernández Mardomingo, director general de Producción Agropecuaria, conoce a la perfección la explotación de caballo losino de Pancorbo y los problemas por los que atraviesa el propietario, lo que le lleva a señalar que la Junta de Castilla y León no tiene que jugar ningún papel en este caso «porque tenemos garantizada la supervivencia de la raza gracias a que existen otros tres criadores en la localidad de Quincoces de Yuso y, en cualquier caso, la Junta no puede acudir a la subasta y hacerse cargo de doscientos caballos, ya que la labor del Gobierno regional es estimular y apoyar a los ganaderos para que trabajen con esta raza».Fernández Mardomingo lamenta que una explotación ganadera de estas características, debido al abandono del ganadero y a que no se ha precocupado de los vallados, se vea en esta situación y recuerda que el propietario siempre ha reclamado ayudas de la Junta, tanto para la puesta en marcha de la ganadería como las que percibía cada año por cabeza, a razón de unos 120 euros (20.000 de las antiguas pesetas), ya que se trata de una subvención para razas en peligro de extinción. «Creo que es una ayuda considerable», apuntó Fernández Mardomingo.
Más información: http://www.terra.es/personal2/caballolosino/
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