Los perros de raza desconocida o sin pedigrí cada vez lo tienen más difícil para convertirse en animales de compañía. Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el porcentaje de españoles que tienen un perro que no es de raza es sólo el 16% de todos los que conviven con un can. El 55%, en cambio, ha preferido que su mejor amigo sea de raza pura, preferiblemente, un cocker spaniel o un pastor alemán, y el 19% tiene un perro de raza cruzada. Pero a los perros y gatos también les han surgido últimamente competidores: los animales de compañía exóticos, entre los que destacan hurones e iguanas.
Ya no vale cualquier mascota. Según fuentes de Fira de Barcelona, donde desde el miércoles se celebra el Salón de la Zootecnia y hoy abre sus puertas el Festival de la Mascota, las tendencias a la hora de elegir mascota están cambiando. Aunque perros, gatos y pájaros siguen siendo los animales de compañía preferidos –se estima que en los hogares españoles hay 13 millones de perros, 5,5 millones de gatos y más de 4 millones de pájaros–, en los últimos años han ganado terreno otros animales.
“Desde hace dos años parece que los terrarios están de moda. Ahora nos llegan iguanas, tortugas, serpientes y hasta tarántulas, algo que antes era impensable”, explica Juan Antonio Leiva, codirector de la clínica veterinaria Marina, en El Prat.
La demanda de animales exóticos ha hecho que en Barcelona ya existan tres clínicas especializadas. “La mascota tiene mucho que ver con el tipo de familia. Si es una familia tradicional en la que la mujer no trabaja, pueden tener perro. Pero si todo el núcleo familiar trabaja, se prefiere un gato, al que no hace falta sacar a pasear”, señala Leiva.
Según un estudio realizado por la OCU, el 70% de las mascotas son urbanas –5 de cada 10 viven en una ciudad y dos en la periferia– y en la ciudad cada vez hay menos tiempo. Entre esta tendencia el animal exótico mejor colocado es el hurón. “Hay expertos en Europa que dicen que incluso llegará a sustituir al perro y al gato, aunque yo no me lo creo”, explica el presidente del Gremio de Comerciantes de Animales de Compañía de Catalunya, Mariano Conde. Es un animal pequeño, que duerme mucho, similar a un gato, no hay que sacarlo a la calle y no necesita que se juegue mucho con él. “Nuestra forma de vida está cambiando, es un animal más interactivo que una iguana, pero no te da el trabajo de un perro”, dice Conde.
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