Ayer 8 jóvenes franceses no entraron a la plaza de toros de Tarragona. Gracias a Isabel Marcoux, que se dirigió a ellos en francés, a las imágenes que mostraban los manifestantes y quizá a su intuición de que lo que sucedía adentro de la plaza era sanguinario, los jóvenes turistas decidieron no presenciar una corrida de toros. - Leonora Esquivel
Ayer 8 jóvenes franceses no entraron a la plaza de toros de Tarragona. Gracias a Isabel Marcoux, que se dirigió a ellos en francés, a las imágenes que mostraban los manifestantes y quizá a su intuición de que lo que sucedía adentro de la plaza era sanguinario, los jóvenes turistas decidieron no presenciar una corrida de toros.
En Tarragona tuvimos una manifestación exitosa: cerca de 150 participantes con carteles y pancartas se dieron cita frente a la plaza de toros de Tarragona, Cataluña. La plaza estaba llena de pintadas donde se leía "Derechos para los animales" "Toros sí, toreros no" "Basta de torturas", etc. Por supuesto, habían sido cubiertas de pintura blanca, pero era evidente el rechazo de los tarraconenses.
No entó mucha gente, pero la mayoría eran turistas, franceses, ingleses, rusos y norteamericanos. Casi todos en familia. La cantidad de niños que entraban fue impresionante. Desde 5 hasta 14 años. Total incumplimiento de la ley, que prohíbe la entrada de menores de 14 años a este tipo de espectáculos.
La curiosidad mata al toro, repetíamos en varios idiomas por el altavoz. Repartimos folletos en inglés y francés a los turistas, con la esperanza de que se arrepintieran y no entraran.
Un activista holandés logró evitar que una familia escocesa comprara sus entradas.
El único objetivo de manifestarse en la plaza de toros es convencer a los turistas, los taurinos de toda la vida son causa perdida. Siempre groseros y elementales. Sus argumentos ya conocidos por todos "¿Por qué no protestaís contra las mujeres golpeadas"? "¿y qué hacen contra los niños que mueren en Iraq?" "¡Buscaros un empleo!" Señor, el domingo es día festivo... trabajamos entre semana.
Cuando se dice que la tauromaquia es cultura, yo me quedo mirando a los sujetos que nos agitan con orgullo las entradas, como diciendo "voy a entrar, voy a entrar", y no puedo imaginar que hayan leído algo más que los ingredientes de una caja de galletas para ver si no tienen colesterol.
El público de las corridas de toros es patético, rancio y gris.
Cataluña trabaja para hacer cada vez más provincias antitaurinas, y lo está logrando. Es una batalla que se ganará con el tiempo.
Me tomé una foto con los activistas, y en el fondo sale la plaza de toros. Confío que dentro de algunos años, cuando muestre esa foto a los nietos de mis amigos, pueda decirles "Así eran las plazas donde se torturaban a los toros, ustedes no las vieron, pero no se perdieron de nada".
Sigamos trabajando para acabar con esta tradición cruel, nos veremos en la gran celebración, cuando la última plaza se haya cerrado.
Gracias a todos por su participación.
Leonora Esquivel Frías
Presidente de AnimaNaturalis Internacional
Más fotos en: http://www.animanaturalis.com/modules.php?goto=Gind134
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