La capital económica de China planea acoger, en octubre, la primera corrida de toros de la historia del país.
Salvo imprevistos de última hora, Shanghai celebrará en octubre la primera corrida de toros de la historia china. El escenario será el estadio de la ciudad, con capacidad para más de 80.000 personas, en el marco de un festival que lleva por nombre "España Asombrosa - Shanghai 2004", de una semana de duración y que coincidirá con la fiesta nacional china.
Las corridas de toros suscitan una notable curiosidad en China, donde, algunas veces, hasta han sido retransmitidas en diferido por televisión y se asocian inevitablemente a lo español.
Los organizadores han contratado a "tres de los mejores quince toreros españoles", pero sus nombres no se han revelado. Los toros no serán españoles, sino probablemente mexicanos, ya que España figura entre los países que no pueden exportar ganado vacuno a China, a causa de medidas y regulaciones aduaneras y veterinarias, adoptadas hace unos años aquí en reacción a la enfermedad de las "vacas locas".
"Lo más importante es la actuación del torero, no los toros", dice Zhu Weifeng, director del comité organizador, quien asegura que, de todas formas, los animales transportados desde América Latina por avión, "serán tan fieros como los españoles".
El presupuesto de la corrida es de 20 millones de yuanes (dos millones de euros) y se esperan vender 30.000 entradas a precios que oscilarán entre 15 y 280 euros.
Los organizadores afirman haber presentado ya las correspondientes solicitudes para importar los toros, pero la experiencia de la pasada primavera en Pekín sugiere que los obstáculos pueden surgir donde menos se los espera.
El pasado invierno, la prensa pekinesa ya anunció para abril "la primera corrida de toros de la historia china". "Toreros españoles hacen sus maletas para Pekín", tituló un diario.
Un grupo de empresarios había construido una pequeña plaza de toros con capacidad para 6400 personas en el distrito de Daxing, pero el proyecto se hundió al chocar con las nuevas organizaciones en defensa de los derechos de los animales, algo completamente inédito en China.
Impedir la corrida pekinesa, "fue una victoria muy significativa que demostró que la voz de la gente común puede ser escuchada y las decisiones cambiadas", declaró Zhang Luping, del "Centro pekinés medioambiental de educación humana y animal".
Hace solo unos pocos años, en China no había el menor rastro de sensibilidades, mucho menos de organismos no gubernamentales, vinculados a la defensa de los animales.
En China las peleas de perros, de gallos y de otros animales, son populares y el trato a los animales no brilla por su cuidado. A las relaciones propias de una sociedad mayoritariamente agraria, se suma el uso medicinal, afrodisíaco, vigorizante (verdadera obsesión nacional), o industrial, de partes de animales, lo que alimenta una industria de mutilación y aniquilación de animales que supone amenazas muy directas de especies raras o en peligro de extinción.
Pero como todo en éste país, las cosas están cambiando a una gran velocidad.
"Nos dimos cuenta de que el proyecto fue un error y lo cambiamos, lo único que sabíamos al principio era que las corridas de toros eran un espectáculo conocido, luego supimos que tenía adversarios", dice Jiao Shenhai, un funcionario de la administración del distrito Daxing.
La supresión de la corrida pekinesa, generó una sonada polémica en internet y obligó a sus promotores a reconvertir su frustrada plaza de toros en un espacio para otros espectáculos, como los "rodeos" del oeste americano.
Hasta la agencia oficial "Xinhua" informó en abril de que, "incluso en España, donde las corridas de toros tienen una larga historia" se están dando pasos para mitigar el espectáculo inhumano".
Con todos estos precedentes en el ambiente, comprar acciones de la "primera corrida de la historia de China" a celebrarse en octubre en Shanghai, no es seguramente la mejor ni la más prudente de las inversiones.
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