Respuesta a un taurino del diario Expreso de Perú

Desde que AnimaNaturalis inició la Campaña Internacional "Declaremos Lima Antitaurina", varios amantes de las corridas de toros (a quienes prefiero llamar describiendo su crimen: "tauricidas"), han publicado artículos en por lo menos tres diarios. A los tres he respondido, pero ninguno ha sido publicado. Aquí les dejo el último, publicado en el diario Expreso el 06 de setiembre de 2004 y respondido al columnista el mismo día. Veremos si publican la respuesta...

07 septiembre 2004
Peru.

Desde que AnimaNaturalis inició la Campaña Internacional "Declaremos Lima Antitaurina", varios amantes de las corridas de toros (a quienes prefiero llamar describiendo su crimen: "tauricidas"), han publicado artículos en por lo menos tres diarios. A los tres he respondido, pero ninguno ha sido publicado. Aquí les dejo el último, publicado en el diario Expreso el 06 de setiembre de 2004 y respondido al columnista el mismo día. Veremos si publican la respuesta...

EL ARTÍCULO:

¿LES PARECE SI DEBATIMOS EN SERIO? La verdad, de una vez por todas

La polémica en torno a los toros pareciera ser tan antigua como la fiesta misma. Y ello simplemente porque no podemos pretender que todos los seres humanos accedan a comprender un espectáculo ritual con el nivel de crudeza como el que tiene una corrida de toros. Lo que sí queda claro – y no por esto, les pido, se vayan a cortar las venas los no taurinos (que se llamarán a escándalo, seguro) – es que se requiere de un gran nivel de sensibilidad, por más paradójico que parezca, para entenderlas.

Lo que sí creo inadmisible es que personajes de segundo orden como el señor que apareció en el programa de televisión Panorama, dizque en defensa de los animales ante la crueldad humana, se cuelguen sin desparpajo del arraigo tradicional y de la popularidad de una de las expresiones de mayor nivel cultural (el subrayado es mío) de nuestra identidad como país, con el único y deleznable propósito de conseguir alguna atención mediática.
En mi ya larga experiencia de observar y participar innumerables veces en discusiones y debates sobre el tema puedo asegurarles que por lo general –casi siempre, porque hay excepciones muy honrosas: personas con amplitud de mente y criterio con quienes da gusto discrepar– los no taurinos (el prefijo anti me parece muy negativo) tienen poco o nulo conocimiento sobre la temática de la fiesta. Y entonces ¿se puede discrepar o combatir algo o con alguien... seriamente... si no se le conoce en absoluto?

Y el señor de marras (y el canal de televisión que inexplicablemente lo cobijó) caen redonditos en esta particular definición. No tienen, ambos y sus entornos, ni la más remota idea –les incluyo señorita Tapia y señor Guerrero, la marioneta en pantalla y el director en la sombra y desde el switcher de todo el programa, respectivamente– de lo que son los toros y su fiesta, y por ende no están en capacidad de juzgar, ni de lejos, las motivaciones intrínsecas que nos llevan a los taurinos a amar con pasión este bello ritual. Ergo, la discusión, en ese pobre nivel de interlocución, es inútil.

Y es infructuosa porque nace de una premisa falsa: a diferencia de la opinión que los taurinos tenemos de los que mantienen una posición contraria a la fiesta, los no taurinos nos califican de antemano y en virtud de la inclemencia que la fiesta exhibe, en la categoría de salvajes, insensibles, incultos e infrahumanos. De risa.
La pobreza de argumentos y la fragilidad de conceptos que se usan para sostener una posición tan hipócrita como la que sostienen estos personajes (insisto, no todos, hay excepciones, las muy menos) no resisten ni el más mínimo análisis. Se caen solos cuando se pone sobre el tapete tanto los talentos como las virtudes creativas de un Goya, un Picasso, un Bennlluire, un Carmelo Bernaola, un Georges Bizet, un García Lorca, un Ernest Hemingway, un Orson Welles (estos dos últimos por no quedarnos en latitudes afines a nosotros) y tantos miles y cientos de miles de mentes preclaras que amaron, y aman, con igual pasión nuestra FIESTA NACIONAL (si, así, con mayúsculas).

¿Se puede calificar a estos hombres históricos, de inteligencia y sensibilidad superlativas... de salvajes o incultos? ¿Algunos de estos remedos ridículos y graciosos de “contrarios a los toros” puede contestar esto?

Ello sin entrar en disquisiciones ecológicas de, por ejemplo, conservación de la especie, particularidad de la raza bovina brava, entorno económico financiero y social de la fiesta, su misticismo, su importancia como expresión cultural de nuestra sociedad y tantos y tan variados etcéteras más, que bien podrían, de elevarse el nivel, formar parte del debate serio que reclamo.

Un consejo de un conejo: utilicen mejor su tiempo o prepárense adecuadamente para una polémica de altura que estoy seguro enriquecerá sus mentes (y quizás hasta los haga cambiar de opinión) Por su propio bien.

LA RESPUESTA DEL "SEÑOR DE MARRAS DE SEGUNDO ORDEN":

Estimado señor (no aparece el nombre del autor en internet):
 
En relación a su artículo "La verdad, de una vez por todas", me permito responderle esperando que cumplan con publicar mi carta en igual espacio:
 
No es paradójico creer que se necesita sensibilidad para entender las corridas de toros. Es absurdo. ¿Podría explicarme cómo es que hay sensibilidad detrás de un "ritual" que consiste en torturar, clavar con distintos instrumentos, encerrar en un ruedo sin posibilidad de salir y terminar matando a un toro? Las corridas de toros pueden estar acompañadas de elementos artísticos como las ropas, los movimientos del torero, etc, pero ello no significa que las corridas en conjunto sean un arte para el que se requiere de sensibilidad. Es como si dijéramos que la crucufixión de Jesucristo es artística sólo porque se han pintado cuadros o hecho esculturas sobre ella.
 
Yo soy "el señor (de marras) que apareció en el programa de televisión Panorama" a quien usted califica "de segundo orden". A usted no lo conozco, por lo que no puedo decir de qué orden será usted, por lo que espero que tenga la delicadeza de no referirse a mí despectivamente si no me conoce. Yo no me cuelgo de ninguna tradición para salir en los medios, soy un hombre de medios desde que nací (ya que nací en una familia mediática) y soy defensor de la vida (animal y humana) hace más de 14 años. Supongo que por eso Panorama decidió invitarme. Acepté la invitación sin correrle al debate como sí le corrieron por lo menos 4 taurinos que fueron invitados antes que el señor Puga, quien aceptó y puso en ridículo a los taurinos, como muchos de ellos lo han reconocido. Quien no fue preparado y dijo cualquier cosa (aparte de sus risas y poses "patanescas") fue el señor Puga. Yo he salido en medios desde que nací y no ha pasado prácticamente un mes en mis últimos 15 años de vida en que no apareciera por algún motivo en los medios. No pretenda usted hacer creer a sus lectores que tengo necesidad de hacer payasadas para salir en TV. Esto es una cuestión de principios para mí desde que dejé de comer carne hace 14 años. Usted no me conoce y no tiene derecho a sicoanalizarme ni insultarme sólo porque le molesta que sea contrario a sus gustos.
 
Si usted quiere debatir en serio conmigo, defina día, hora y lugar (eso sí, en vivo y en directo y antes del 16 de setiembre, ya que tengo que viajar al extranjero). También tengo ganas de debatir en serio. Me quedé con ganas después de mostrado el nivel del Sr. Puga. Si no me corrí de ese debate, menos voy a correrle a usted. Sépalo señor, las discusiones que más fácilmente he ganado en mi vida han sido con aficionados a las corridas de toros, porque para cualquier persona con un mínimo de sentido común la muerte es muerte sin importar los colorinches y huachaferías y lobbies con que se le adornen.
 
Yo nunca he calificado a los taurinos de "salvajes, insensibles, incultos e infrahumanos". Sólo he dicho que son morbosos (según la definición #3 de morbo de la Real Academia de la Lengua Española: Atracción hacia acontecimientos desagradables) y que me dan más pena que el toro, ya que por lo menos el animal reacciona por instinto de supervivencia, mientras que ustedes han hecho de manera consciente, alevosa y premeditada, de su muerte una causa de diversión.
 
Pretender que las corridas de toros son cultura porque un grupo de personas cultas gustan de ellas es una falacia (técmnicamente se llama "falacia de distracción - composición"). Que una parte del todo sea culto no hace al todo culto. Sin embargo, y para que no crea que le corro a su falacia, le cito igual cantidad de personajes "históricos, de inteligencia y sensibilidad superlativas" que no gustaron (o no hubieran gustado, de existir en su tiempo) de las corridas de toros ni de ningún otro acto de maltrato a los animales, sin pretender con ello ganarle al sentido común de las mayorías (63.2% de Lima según encuesta de la Universidad de Lima en noviembre 2003- "La voz del pueblo es la voz de Dios...") que rechazan la sangrienta tradición: Abraham Lincoln, Albert Einstein, Albert Schweitzer, Aldous Huxley, Antonio Gala, Arthur Schopenhauer, David Hume, Emile Zola, Mahatma Gandhi, George Bernard Shaw, Isaac Bashevis Singer, J.M. Coetzee, José Ferrater Mora, Tolstoy, Da Vinci, Lope de Vega, Mariano José de Larra, Miguel de Unamuno, Milan Kundera, Pitágoras, Plutarco, Tirso de Molina, Víctor Hugo, Voltaire... Perdóneme si me pasé de la cuenta, creo que caí en el gusto que dan las falacias. Espero que este "remedo ridículo y gracioso de 'contrarios a los toros' " haya respondido su pregunta.
 
"Ello sin entrar en disquisiciones ecológicas de, por ejemplo, conservación de la especie, particularidad de la raza bovina brava, entorno económico financiero y social de la fiesta, su misticismo, su importancia como expresión cultural de nuestra sociedad y tantos y tan variados etcéteras más" que puedo responderle con todo gusto en el debate serio que reclama, cuando quiera.
 
Para empezar, espero que tenga la delicadeza de publicar mi comentario (sin agregarle notitas que yo no tuve oportunidad de agregar a su artículo), a ver si eso es una señal de que estará realmente dispuesto a un debate serio o simplemente es usted uno más de aquellos taurinos que considera a todos los antitaurinos unos "salvajes, insensibles, incultos e infrahumanos". Veremos.
 
En defensa de todos los animales,
 
Jose Enrique Escardó Steck
Director Nacional | AnimaNaturalis Perú
Secretario Regional para Sudamérica | AnimaNaturalis Internacional
JEES@AnimaNaturalis.com | www.AnimaNaturalis.com

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