Denunciar el maltrato animal: guía práctica

Cuando un animal sufre, mirar hacia otro lado no es una opción. Denunciar el maltrato animal es una herramienta clave para que las leyes se cumplan y para que las administraciones asuman su responsabilidad. Desde AnimaNaturalis te explicamos cómo actuar de forma eficaz, con pruebas y por la vía correcta.

16 diciembre 2025
Barcelona, España.

Perros viviendo permanentemente en balcones o terrazas, animales atados sin posibilidad de moverse, gatos comunitarios abandonados a su suerte… Son situaciones que se repiten a diario en todo el Estado. Muchas personas quieren ayudar, pero no saben cómo hacerlo ni a quién dirigirse.

Desde AnimaNaturalis trabajamos para mejorar los mecanismos de denuncia y seguimiento, pero la protección animal no puede depender únicamente de un equipo legal. Necesitamos una ciudadanía informada y activa, capaz de detectar el maltrato y actuar correctamente desde el primer momento.

Denunciar bien no solo sirve para resolver un caso concreto: contribuye a crear una red social que protege a los animales y exige que la ley se cumpla.

Por qué denunciar salva vidas

Denunciar no es un gesto simbólico ni una pérdida de tiempo. Es una acción imprescindible.

  • Porque los animales no pueden defenderse por sí mismos. No pueden acudir a un ayuntamiento ni presentar una instancia. Dependen de que alguien actúe.
  • Porque sin pruebas no hay intervención. La indignación no basta: fotos, vídeos, testigos o documentos son lo que permite abrir expedientes y frenar el maltrato.
  • Porque la administración suele reaccionar solo cuando hay presión. Denunciar de forma correcta es una manera legítima de exigir recursos y responsabilidades.
  • Porque las leyes están para cumplirse. Cada denuncia crea precedente, deja rastro administrativo y contribuye a que la protección animal sea la norma y no la excepción.

Qué situaciones se pueden denunciar

No hace falta que el maltrato sea extremo. La normativa protege a los animales frente a muchas formas de sufrimiento, entre ellas:

  • Animales encerrados de forma permanente en balcones, terrazas, patios o habitaciones interiores.
  • Perros atados durante horas o días con cadenas cortas.
  • Falta de agua, comida adecuada o refugio frente al calor, el frío o la lluvia.
  • Animales heridos o enfermos sin atención veterinaria.
  • Agresiones físicas (golpes, patadas, uso de objetos).
  • Mala gestión de gatos comunitarios: abandono, envenenamientos o retiradas sin control.
  • Cría y venta ilegal de animales entre particulares a través de redes sociales o portales de compraventa.

En la mayoría de estos casos, el organismo competente es el ayuntamiento del municipio donde se producen los hechos.

La vía administrativa: la herramienta más eficaz

Tras la reforma del Código Penal de 2023, muchos de los casos más habituales ya no se tramitan por la vía penal, sino por la vía administrativa. Esto no necesariamente debilita la protección animal.

Las sanciones administrativas pueden ser muy elevadas, generan precedentes y tienen un impacto real sobre quienes maltratan animales. Por eso, hoy la clave es acudir al ayuntamiento mediante una instancia en su sede electrónica.

Si el caso no es de su competencia, la propia administración está obligada a derivarlo al organismo autonómico correspondiente. Lo importante es iniciar el trámite y no permanecer en la inacción.

Qué necesita una denuncia para funcionar

Para que una denuncia tenga recorrido debe estar bien documentada. Es imprescindible aportar:

  • Relato claro y cronológico de los hechos. Qué ocurre, desde cuándo y en qué condiciones.
  • Ubicación exacta. Dirección completa y elementos visibles desde el exterior.
  • Fechas y horas concretas. Cuanto más precisas, mejor.
  • Pruebas. Fotos o vídeos claros, grabaciones de audio si existen, y capturas de redes sociales en casos de venta o cría ilegal.
  • Testimonios. Preferiblemente mediante declaración jurada firmada, con nombre completo y DNI.

Cómo presentar la denuncia

La denuncia debe presentarse a través de la sede electrónica del ayuntamiento, preferiblemente como un documento PDF adjunto. Debe incluir los hechos, la ubicación y las pruebas.

La referencia a la normativa vulnerada solo debe hacerse cuando se tenga seguridad jurídica. En ese caso, lo ideal es estructurarla en tres niveles:

  • Normativa estatal, como la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales.
  • Normativa autonómica correspondiente.
  • Ordenanza municipal, si existe.

Cuanta más claridad y rigor, mayor será el impacto de la denuncia. En caso de duda, el Departamento Legal de AnimaNaturalis puede encargarse de esta parte.

Cuando la administración no responde

La administración dispone de tres meses para responder a una denuncia administrativa. 

Es posible insistir, presentar nuevas instancias, solicitar información y exigir explicaciones. La presión ciudadana sostenida es, muchas veces, lo que logra que los expedientes avancen.

Solicitudes de información: exigir transparencia también protege a los animales

Además de denunciar, la Ley de Transparencia permite presentar solicitudes de información pública para saber qué está haciendo un ayuntamiento.

Esto es especialmente útil en el caso de los gatos comunitarios. Se puede preguntar, por ejemplo:

  • Qué sistema de gestión de colonias felinas se está aplicando.
  • Si se utiliza el método CER (captura, esterilización y retorno).
  • Si existe colaboración con entidades especializadas.

El ayuntamiento tiene un mes para responder. Si no lo hace, puede reclamarse ante el Consejo de Transparencia y valorar otras vías de presión pública.

También existe el derecho a solicitar vista del expediente administrativo para conocer qué actuaciones se han realizado tras una denuncia concreta.

Denunciar es una forma de activismo

Cada denuncia bien hecha es un acto de defensa animal. Puede evitar sufrimiento inmediato y contribuir a un cambio estructural en la forma en que las administraciones responden al maltrato.

Desde AnimaNaturalis animamos a toda la ciudadanía a observar, documentar y actuar. Sin denuncias, las leyes no se aplican. Con ellas, los derechos de los animales avanzan.