Como un verdadero filetito se siente por estos días Fiorella Pandolfo, la joven que el fin de semana pasado se envolvió en una bandeja y se plastificó en plena Alameda en protesta por el consumo de carnes, especialmente en estas fiestas de fin de año.
"Mis amigos me molestan y me dicen la filetito desde que me vieron en el diario. Yo hace cuatro años que soy vegetariana y me parece que este tipo de expresiones es súper válido", contó.
La chiquilla de 19 años, estudiante de segundo año de Ecoturismo, cuenta que en su casa no todos comen puras verduritas. "Sólo mi hermana y yo. Trato de convencer a mi mamá, pero no puede dejarla, dice que le gusta demasiado, aunque come menos".
Sanita
La imagen de la chiquilla envuelta como si fuera un trozo de posta es absolutamente distinta a la niña que es con ropa. De zapatillas, jeans, polerón y el pelo tomado es amable y pausada al hablar. Además está orgullosa de haber generado la atención de la prensa por la causa que ocupa gran parte de su vida.
Muy por el contrario a lo que piensa la mayoría de la barra carnívora, buena para las parrilladas y el pipeño, esta chiquilla no se pierde los asaditos con los amigos. "Cuando voy como puras ensaladas o llevo algo para mí, como carne de soya, pero no por ser vegetariana soy intolerante con la gente que come carne. No me dan ganas de comer ni en los asados, porque hasta el olor me molesta", asegura.
Aunque la chiquilla es bien flacuchenta, explica que su buen estado físico no se debe a la alimentación que lleva. "Ésta no es una técnica para bajar de peso, de hecho hay gordos que son vegetarianos".
Fiorella está consciente además que la falta de proteínas en el cuerpo merece una especial atención. "Voy al médico y me encuentra impecable, pero por ejemplo reemplazo las proteínas con las legumbres, que son una buena opción".
LE SALEN HOJAS: Fiorella anda feliz por la vida, ante el éxito de la performance que montó en contra del consumo de carne. (Foto: Carolina Reyes)
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