Una iniciativa original a raíz de la cual Miguel Ángel González -presidente de una organización con 40 asociados en Cantabria-, espera que se vaya fortaleciendo un movimiento «aún muy invisible, pese a que hay mucha más gente antitaurina de lo que parece».-¿Porqué ahora esta campaña?
-Porque nos parece buena idea dar a conocer una serie de textos de españoles que han escrito contra el maltrato a los animales y, en especial, el de los toros. Como el movimiento taurino es tan fuerte, a los 'anti' siempre se nos ha acallado. No es que se nos prohíba hablar, pero se nos silencia. Da la sensación de que no somos españoles cuando lo que hacemos, simplemente, es denunciar una situación insostenible en el siglo XXI. Para ello sirve muy bien el texto de Pereda, del que se han impreso 2.500 ejemplares. Están siendo enviados a partidos políticos, medios de comunicación, ayuntamientos de tradición taurina, institutos de secundaria y distintos tipos de asociaciones.
-¿Cree que los medios de comunicación no les dan la suficiente cobertura?
-Vemos que los medios dedican todo tipo de espacios y reportajes a los toros y los toreros y que el punto de vista de los que estamos contra la fiesta es inexistente. Salen sólo cosas puntuales, por lo queda la impresión de que no existe un movimiento antitaurino. Pero existe en todas las provincias de España y va creciendo, aunque no sea muy público. Espero que, poco a poco, vayamos siendo más visibles. Hay muchos más antitaurinos de lo que parece.
-¿Qué le parece el debate que generó la declaración de Barcelona como ciudad antitaurina?
-Pues que es curioso que, a raíz de esta polémica, nadie mencione que los toros llevan diez años prohibidos en Canarias, por ejemplo. Nos ha molestado que se mezclara la declaración con la política, de la forma más burda y poniendo a los nacionalistas de Ezquerra Republicana como culpables de todo, cuando el Ayuntamiento de Barcelona lo que hizo fue recoger un sentir de la calle. En Bilbao, es el PNV el partido que financia los toros. En todos los partidos políticos hay gente a favor y gente en contra. Lo que pasa es que interesó politizarlo.
-Es de suponer, entonces, que las declaraciones de Miguel Ángel Revilla al respecto no le gustaron demasiado
-Fueron las de un político irresponsable. Porque dijo que él era taurino y, desde lo de Barcelona -atribuyendo a los catalanes un antiespañolismo por declararse contra los toros-, más todavía. Fue una salida de tono. Él es el presidente de todos los cántabros, incluso de los que estamos en contra de los toros. Nosotros, además, cuestionamos todo el dinero público que se les dedica. Y somos españoles, no dejamos de serlo porque no nos gusten las corridas.
-¿Y qué contesta a los que señalan la fiesta como algo muy arraigado en la cultura española?
-Pues que, por desgracia, las corridas de toros forman parte de la cultura, pero no hay que enorgullecerse de ello. A mí me da verguenza que la gente se reúna para ver cómo se tortura a un animal y que esto sea un espectáculo programado. Es indigno. En Cantabria se prohibió la matanza del cerdo como espectáculo y también era muy tradicional. Es incoherente que no se hayan prohibido los toros «por ser una tradición». Estamos en el siglo XXI y, cuando hace falta cambiar algo, se cambia, como han hecho en Inglaterra con la caza del zorro.
-¿Qué tipo de actividades realiza la asociación?
-Sobre todo es propagandística. Solemos hacer campaña en los ayuntamientos con festejos taurinos. Hay que darse cuenta de que, sin fondos públicos, las corridas no se podrían organizar. Las de beneficencia, además, benefician al mundo taurino, no a la causa para la que se convocan.
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