El centro de acogida de animales vuelve a lanzar un SOS para incrementar el número de adopciones de perros y gatos.
Desde el pasado 25 de julio, cuando la Agència de Salut Pública volvió a hacerse cargo del Centre d'Acollida d'Animals de Companyia (CAAC) de Collserola, se han recogido 53 perros y 56 gatos. En esos diez días se han dado en adopción 17 perros y 4 gatos. Ayer, en sus jaulas había 170 perros y 52 gatos.
A este paso, en una o dos semanas se habrá vuelto al nivel de saturación de hace unos meses, según Josep Maria Armengou, director de Vigilancia y Servicios de la agencia. “No se puede tener a cuatro perros en cada jaula”, y habrá que derivar animales a otros centros de organizaciones animalistas, entre ellos, la Fundació Altarriba. Esta fundación ha gestionado las instalaciones de Collserola durante el último año y medio y dejó de hacerlo al no serle renovada la concesión y tras haber solicitado más recursos económicos y hacerse cargo del servicio veterinario. Pese a las diferencias habidas, las relaciones con la fundación Altarriba son buenas, según Armengou.
“Necesitamos que vuelva a crecer el número de adopciones”, dice el responsable de la perrera. Desde enero del 2003, cuando entró en vigor el compromiso municipal de no sacrificar animales salvo en casos determinados (riesgo manifiesto de contagio de enfermedades, peligrosidad evidente del animal o situaciones de sufrimiento), se disparó el número de adopciones, gracias a campañas informativas y a lo barato de la adopción (unos 15 euros de tasas), pero también el de abandonos. Hay propietarios que, con la seguridad de que no habrá sacrificio, pierden los escrúpulos y abandonan a sus mascotas. La situación se agrava ante la gran cantidad de perros que, en contra de las ordenanzas, no llevan un chip identificatorio del propietario.
Entre los datos positivos de los últimos meses, el centro cuenta con un amplio número de voluntarios, que suman su tarea a los 15 profesionales de la plantilla. Hay una lista de espera de medio centenar de voluntarios.
La actual situación del CAAC es provisional. “En el plazo de un año, deberíamos ser capaces de encontrar una o dos alternativas (nuevas instalaciones) a este centro y que se hiciera cargo otra entidad, bajo nuestra supervisión”, según Armengou.
Si eso se cumpliera, el centro de Collserola se mantendría abierto pero con un número reducido de animales, 30 o 40, como escaparate de un servicio más amplio.
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