Este es el primer verano sin corridas de toros en la plaza de Girona. Después de más de un siglo de toros y a pesar de que este año aún se podía celebrar la fiesta taurina, la plaza quedará cerrada. Las presiones de diferentes colectivos sociales y naturalistas así como el acuerdo para trasladar la Audiencia Provincial a los terrenos que ocupa actualmente el equipamiento taurino han provocado el punto y final y el futuro derribo.
Los taurinos de Girona lamentan la desaparición de esta actividad en la ciudad. El presidente del Club Taurí de Girona, Pere Pujolràs, explica que el número de público había descendido mucho estos dos últimos años y que este año se tendrán que conformar viajando a las plazas de Roselló (Ceret es un punto de encuentro caso obligado el fin de semana del 14 de julio) y de Barcelona. También en Olot, por la fiesta del 1 de mayo y las Festes del Tura. La capital de la Garrotxa se ha convertido en la última población gironina donde se celebra esta fiesta, después de que este verano Girona haya cesado la actividad; así como también la de Lloret de Mar.
La entidad, que tiene un centenar de socios de poblaciones de las comarcas del Gironès y la Selva, considera que la presión popular ha estado sólo una coartada para el cierre de la plaza. A su criterio, la clave ha estado <<la rendibilización del metro cuadrado>>, en referencia a la operación urbanística que cambiará la Audiencia y casi 200 pisos por la plaza de toros. Pujolràs explica que personalmente le sabe mal que la plaza ya no acoja más corridas y recuerda que <<la afición es una herencia. Son muchas generaciones que hemos ido a la plaza>>. No obstante, reitera: <<Poderoso caballero es don dinero>>..
Otros aficionados al mundo taurino se muestran indignados porque, a su criterio, prácticamente se les ha obligado a desaparecer cuando hay muchos gironins que mantienen la pasión por están actividad. Uno de estos amantes a la tauromaquia lamentaba ayer que la Generalitat de Catalunya se haya obsesionado con la palabra prohibir. Según aseguran el Gobierno catalán ha ido denegando la posibilidad de celebrar actividades vinculadas con los toros hasta que no ha quedado ninguna otra opción que cesar la actividad. Y explica que si a Barcelona aun se hacen corridas es porque <<ahí son fuertes y no pueden>>.
A lo largo de este centenar de años la plaza ha acogido gran cantidad de corridas de reconocido prestigio. La plaza, pero, también ha sido escenario de conciertos, espectáculos infantiles, representaciones teatrales y conciertos de música. También ha sido donde se han colocado algunos circos cuando han visitado la ciudad.
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