Durante las tardes del 21 y 22 de agosto de 2025, el equipo de investigación de AnimaNaturalis desplegó cámaras en la Plaza de Vista Alegre en Bilbao con el objetivo de documentar lo que ocurre realmente durante la feria taurina de Aste Nagusia. El material recogido reconstruye, cuadro a cuadro en casi un centenar de clips de vídeo, un espectáculo que es mera crueldad y pura violencia.
La edición 2025 llegó con cambios visibles, ya que la feria taurina se redujo en dos festejos menos que en año anterior, una reestructuración anunciada por la empresa gestora y que los medios recogieron una señal del ocaso de la tauromaquia en tierras vascas.
“Lo que nuestras cámaras han captado en la Plaza de Toros de Bilbao es la prueba irrefutable de que la tauromaquia no es más que una carnicería disfrazada de cultura”, dice Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España.
Las corridas de toros se dividen en tres etapas —los “tercios”— en los que lo único que cambia es el dispositivo de tortura que se elige para debilitar, herir y, finalmente, matar. En el primer tercio, la pica busca abrir el lomo para provocar un desangramiento prolongado y sostenido del animal; en el segundo, las banderillas desgarran la piel y hacen que con cada movimiento, las heridas se profundicen; en el tercero, el torero utiliza el estoque para atravesar los pulmones del toro, para provocar la agonía final por asfixia. El reportaje que les presentamos es directo y demoledor en sus imágenes y sensaciones. “Nuestro trabajo es ser testigos de barbaridades como esta", dice Gascón. "Ver cómo la sangre tiñe la arena, cómo se abren las heridas que agotan la fuerza del toro… mientras el público aplaude ese martirio... no puede y no debe considerarse cultura por ningún motivo", agrega.
Las crónicas taurinas sobre la feria muestran un calendario reducido y carteles con figuras de alto impacto —Roca Rey, Morante, entre otros—, pero también apuntan a tardes con entradas escasas en varias jornadas, gradas vacías y más de 8 mil asistentes menos este año.
Para AnimaNaturalis, la tendencia es clara: la tauromaquia pierde apoyo social y —más lentamente— respaldo institucional. La organización advierte, además, sobre el uso de fondos públicos y la protección legal que ciertas leyes otorgan a la tauromaquia, elementos que actúan como “respirador artificial” para el sector.
Lo que no se ve en la grada
Más allá de la coreografía y de los alardes de destreza que pueden aplaudirle a los toreros, las imágenes de la investigación se centran en lo que ocurre fuera de la narrativa oficial: el trato a los animales en ese calvario prolongado que los lleva a una la muerte dolorosa. AnimaNaturalis ha publicado reportajes previos sobre la realidad oculta detrás de la tauromaquia en Bilbao, y la nueva grabación pretende ser una prueba documental para la opinión pública y para apoyar iniciativas como la ILP "No Es Mi Cultura" que proximamente debe debatirse en el Congreso de los Diputados de España.
“Los toros que mueren en cada uno de estos eventos no son meras estadísticas. Cada uno es una vida con ojos y corazón que suplicaban por un gesto de humanidad”, explica Gascón. Para AnimaNaturalis, el cambio social se consigue con información, presión ciudadana y acciones legales estratégicas: documentar, movilizar y —cuando sea posible— cortar la financiación o la protección institucional que perpetúa el daño.

