AnimaNaturalis solicita que los perros de caza se Incluyan en el próximo Real Decreto de Núcleos Zoológicos

AnimaNaturalis ha presentado sus alegaciones al Real Decreto que elabora el Ministerio de Derechos Sociales con el fin de que las instalaciones que albergan perros de caza y rehalas estén sujetas a las mismas normas de bienestar y control que el resto de núcleos zoológicos de animales de compañía.

23 octubre 2025
Madrid, España.

El futuro Real Decreto (RD) de Ordenación de Núcleos Zoológicos de Animales de Compañía que regulará los núcleos zoológicos de animales de compañía —actualmente en fase de elaboración por parte del Ministerio de Derechos Sociales— no debe dejar fuera a los perros de caza. Su exclusión sería perpetuar un preocupante vacío legal.

Ante esta situación, AnimaNaturalis ha presentado sus alegaciones formales al RD, solicitando que los núcleos zoológicos que albergan perros de caza y rehalas queden expresamente incluidos en el ámbito de aplicación de la nueva norma. “No puede haber perros de primera y de segunda. Si la ley excluye a los perros de caza de los requisitos básicos de bienestar, estaremos institucionalizando el abandono y el maltrato”, declara Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España. “El Real Decreto debe servir para armonizar y elevar los estándares de protección animal, no para crear excepciones que desprotejan a los más vulnerables”.

Una norma necesaria, pero con una exclusión inaceptable

El nuevo Real Decreto busca actualizar y unificar la regulación de los núcleos zoológicos —centros donde se alojan animales de compañía, como criaderos, refugios o residencias—. La normativa vigente data de 1975 y resulta claramente insuficiente para las condiciones actuales y los avances en materia de bienestar animal. Sin embargo, el borrador del decreto excluye a los perros utilizados para la caza y a los pertenecientes a rehalas, pese a que estos animales viven en instalaciones que cumplen las mismas características que cualquier núcleo zoológico.

AnimaNaturalis considera que esta exclusión contradice los propios objetivos del decreto, que busca establecer un marco común y armonizado en todo el territorio nacional. Mantener fuera de la regulación a los núcleos que alojan perros de caza frustraría el propósito de garantizar un control sanitario y un bienestar mínimo uniforme para todos los animales de compañía.

“Es una incoherencia jurídica y una injusticia ética”, explica Gascón. “Por un lado, la Ley de Bienestar Animal 7/2023 excluye a los perros de caza de su ámbito, pero al mismo tiempo exige que estén registrados como animales de compañía. No tiene sentido que puedan ser inscritos como tales y, sin embargo, sus lugares de alojamiento no estén sujetos a las mismas condiciones higiénico-sanitarias y de bienestar”.

Armonización y control: la clave para evitar el maltrato

Uno de los principales problemas que el Real Decreto pretende solucionar es la disparidad normativa entre Comunidades Autónomas, que hasta ahora dificulta el control de las instalaciones y genera desigualdades en la aplicación de la ley. Sin embargo, al dejar fuera los núcleos de perros de caza, se mantendría una laguna de control que afecta a miles de animales. Estas instalaciones —rehalas, perreras de caza y núcleos de adiestramiento— suelen concentrar un número elevado de perros, con condiciones variables y a menudo precarias.

La alegación de AnimaNaturalis subraya que los perros de caza son seres sintientes y, por tanto, deben contar con los mismos requisitos mínimos de espacio, ventilación, limpieza, atención veterinaria y trazabilidad que cualquier otro perro. Se advierte que la exclusión de estos núcleos perpetuaría situaciones de abandono, negligencia y sufrimiento que ya son ampliamente documentadas en España.

Los datos de abandono y maltrato de perros de caza continúan siendo alarmantes. Según un estudio de 2023, más de 12.000 perros de caza fueron abandonados durante 2022, una cifra que podría ser aún mayor si se consideran los animales no registrados o abandonados fuera de temporada. Cada año, las protectoras y refugios se enfrentan al mismo patrón: el final de la temporada de caza deja tras de sí cientos de galgos, podencos y otras razas desechadas por no “rendir” lo suficiente.

Además, casos recientes, como el hallazgo de 32 perros muertos por inanición en una rehala en Badajoz en 2025, ilustran las consecuencias directas de la falta de supervisión. Sin un marco regulador que obligue a inspecciones periódicas y estándares comunes, estas tragedias se seguirán repitiendo con total impunidad.

“Dejar fuera a los perros de caza de esta norma es abrir la puerta a más abandono, más hacinamiento y más sufrimiento”, afirma Gascón. “El Estado tiene la oportunidad histórica de corregir una injusticia estructural: reconocer por fin que todos los perros, sin excepción, merecen la misma protección”.

Qué solicita AnimaNaturalis

En sus alegaciones, AnimaNaturalis solicita a la Dirección General de Derechos de los Animales que el Real Decreto incluya expresamente:

  1. Incluir también a los perros de caza y de rehalas. AnimaNaturalis pide que el nuevo Real Decreto —que regulará los centros donde se alojan animales de compañía— incluya de forma explícita a los núcleos zoológicos que albergan perros de caza y rehalas, ya que actualmente corren el riesgo de quedar fuera de esta protección.
  2. Evitar un vacío legal. Si se excluye a los perros de caza, no existiría una norma nacional que regule las condiciones mínimas de las instalaciones donde viven estos animales. Eso dejaría su bienestar y su control sanitario en manos de normativas autonómicas desiguales o, peor aún, de una ley de 1975 totalmente obsoleta.
  3. Corregir una contradicción de la Ley 7/2023. La Ley estatal de bienestar animal excluye a los perros de caza de su ámbito general, pero sí obliga a inscribirlos en el Registro de Animales de Compañía. Esta incoherencia jurídica crea confusión y desprotege a miles de animales que, en la práctica, viven como cualquier otro perro de compañía.
  4. Reconocer que las instalaciones de caza son núcleos zoológicos. Las perreras y rehalas donde se alojan estos perros funcionan igual que otros núcleos zoológicos, pues concentran un número elevado de animales, requieren cuidados sanitarios, alimentación, limpieza y manejo continuo. Por tanto, deberían estar sujetas a las mismas exigencias legales que un criadero o una residencia canina.
  5. Garantizar condiciones básicas de bienestar y salubridad. AnimaNaturalis reclama que estas instalaciones cumplan normas comunes en cuanto a:
    1. Construcciones adecuadas y seguras.
    2. Condiciones higiénico-sanitarias.
    3. Espacio, ventilación y descanso suficientes.
    4. Atención veterinaria periódica.
    5. Manejo que evite el sufrimiento y el estrés.
  6. Asegurar la igualdad entre todos los perros. Los perros de caza son seres sintientes, igual que los demás. Dejarlos fuera del Real Decreto implicaría crear animales de primera y de segunda, algo injustificado desde el punto de vista ético y contrario al principio de igualdad en bienestar animal.
  7. Unificar las normas en todo el país.Uno de los objetivos principales del nuevo Real Decreto es armonizar los criterios entre Comunidades Autónomas. Si se excluyen las instalaciones de caza, se rompe esa armonización y se pierde la posibilidad de tener una visión nacional unificada sobre los centros que albergan perros, sus censos, condiciones y controles.
  8. Facilitar inspecciones y control oficial. AnimaNaturalis solicita que los núcleos de perros de caza entren en el programa nacional de controles oficiales, para que puedan ser inspeccionados de forma regular y homogénea en todo el territorio. Esto permitiría detectar irregularidades, prevenir el maltrato y mejorar el bienestar de los animales.
  9. Actualizar la normativa y superar el modelo de 1975. Mantener la exclusión de estos perros equivale a seguir aplicando una normativa de hace 50 años, cuando la sensibilidad y el conocimiento sobre bienestar animal eran completamente distintos. La organización advierte que es urgente modernizar las reglas para garantizar la protección real de todos los animales.
  10. Evitar una brecha de bienestar animal. Si el Real Decreto no incluye a los perros de caza, quedará un enorme agujero legal en el sistema de protección animal. Esto supondrá perpetuar situaciones de hacinamiento, falta de higiene, enfermedades no controladas y abandono sin supervisión.

En resumen, AnimaNaturalis exige al Ministerio que:

  1. Incluya explícitamente a los núcleos zoológicos de perros de caza y rehalas dentro del Real Decreto.
  2. Aplique a estos centros las mismas normas básicas que al resto: instalaciones adecuadas, higiene, atención veterinaria, bienestar y controles oficiales.
  3. Garantice igualdad legal y moral para todos los perros, sin excepciones.

“La sociedad española ha avanzado mucho en empatía y conciencia animal, pero la legislación aún mantiene grietas donde se cuela el sufrimiento”, lamenta Gascón. “Desde AnimaNaturalis seguiremos trabajando para cerrarlas, una a una, hasta que ningún perro quede fuera de la ley”.