Un reciente análisis indica que el veganismo podría eliminar 16 años de emisiones de combustibles fósiles de la atmósfera para 2050, lo que serían unas 547 gigatoneladas (miles de millones de toneladas métricas). Los investigadores afirmaron que abandonar el consumo de productos animales, en términos generales, tendrá un impacto significativo en el medio ambiente durante los próximos 30 años. Reducir el consumo de carne disminuiría las emisiones del efecto invernadero además de liberar enormes extensiones de tierra para poder ser reutilizadas.
Dicho estudio, publicado de manera digital en el periódico Nature Sustainability, indicaba que las áreas de regeneración recuperadas de la producción de carne absorberían cantidades extras de CO2 y generarían tiempo para crear esfuerzos de sostenibilidad renovados y más efectivos en todo el mundo.
«La restauración de los bosques originales podría crear un tiempo muy necesario para que los países realicen la transición de sus redes de energía a una infraestructura libre de fósiles», apuntaba Matthew Hayek, profesor adjunto de la Universidad de Nuevo York y principal autor del estudio.
«Solo hemos localizado áreas donde las semillas pudieran dispersarse de manera natural, creciendo y multiplicándose en bosques densos y biodiversos y otros ecosistemas que funcionen para eliminar el CO2 para nosotros», apuntaba Hayek. «Los resultados revelaron que más de 7 millones de kilómetros cuadrados podrían estar lo suficientemente húmedos para que vuelvan a crecer y prosperen de forma natural, en conjunto el área equivaldría al tamaño de Rusia».
La industria de la carne y el cambio climático
El estudio ha planteado tres posibles escenarios para 2050 basados en la producción global de carne. Primero, si la demanda de los productos cárnicos continúa aumentando conforme a su trayectoria habitual, habrá una mayor e inevitable destrucción medioambiental para dar paso a más ganado.
Esto no solo incrementará las emisiones generales de gases de efecto invernadero (la industria cárnica es un gran contribuidor al calentamiento global a través de la producción del gas metano) sino que la eliminación adicional de la tierra reducirá la reabsorción potencial del CO2.
La segunda hipótesis, la reducción del consumo de carne en un 70 % supondría la eliminación de 332 gigatoneladas de CO2 en la atmósfera. Esta cantidad equivale a la de CO2 producida por la quema de combustibles fósiles durante los últimos nueve años.
Una dieta global vegana, el tercer escenario, supondría la eliminación de 547 gigatoneladas de CO2, el equivalente a 16 años de emisiones de combustibles fósiles.
Si bien una dieta completamente vegana no sería posible en países y regiones cuyas economías dependen del ganado, los autores del estudio proponen un enfoque específico para recuperar ecosistemas viables. «El mayor potencial para el recrecimiento de los bosques y los beneficios climáticos que suponen, reside en países de renta media-alta y alta, lugares donde reducir la cantidad de carne y lácteos “hambrientos de tierra” tendría un impacto relativamente menor en la seguridad alimentaria», afirmaba Hayek.
Traducido por Ana Belén García
Necesitamos tu apoyo
AnimaNaturalis existe porque miles de millones de animales sufren en manos humanas. Porque esos animales necesitan soluciones. Porque merecen que alguien alce la voz por ellos. Porque los animales necesitan cambios. Porque en AnimaNaturalis queremos construir un mundo más justo para todos.
Las donaciones puntuales y periódicas de nuestros socios y socias son la principal fuente de nuestros fondos.