Circos con Animales: Explotación y Esclavitud

La Asociación para un Trato Ético con los Animales (ATEA), desea hacer llegar a la opinión pública su preocupación en relación con la presencia de un circo en Vitoria-Gasteiz, así como el acto organizado para el próximo día 6 por el Hotel Barceló Gasteiz, que va a "ofrecer" a los elefantes de dicho circo un "desayuno".

02 agosto 2003
Internacional.

La Asociación para un Trato Ético con los Animales (ATEA), desea hacer llegar a la opinión pública su preocupación en relación con la presencia de un circo en Vitoria-Gasteiz, así como el acto organizado para el próximo día 6 por el Hotel Barceló Gasteiz, que va a "ofrecer" a los elefantes de dicho circo un "desayuno".

ATEA ha dirigido al director del hotel Barceló Gasteiz un escrito para hacerle llegar de forma directa su preocupación y reflexiones, y para solicitarle que suspenda el acto con los elefantes. ATEA no tiene nada en contra de que un establecimiento radicado en nuestra ciudad organice actos para animar y dar colorido a las fiestas patronales. Sin embargo, como asociación animalista, no podemos sino mostrar preocupación cuando dichos actos puedan suponer un abuso hacia los animales, dado que nuestra organización orienta su trabajo a la denuncia de cualquier tipo de violencia, abuso o explotación injustificada que los seres humanos cometamos con los animales.

ATEA viene denunciando desde hace muchos años los múltiples espectáculos y pasatiempos en que, llegadas estas fechas, se usa y abusa de los animales no humanos: circos, zoos, parques, corridas de toros, fiestas populares... todo vale, siempre y cuando quien paga las consecuencias no pertenezca a nuestra propia especie.

En opinión de ATEA, los circos que utilizan y explotan a animales no Humanos ofrecen espectáculos crueles donde se maltrata a estos seres hasta conseguir doblegar sus voluntades y convertirles en auténticos guiñapos en manos de sus domadores. Es lamentable observar a animales confinados a perpetuidad en espacios diminutos, destrozados física y psíquicamente, obligados a hacer números ridículos que, o no tienen ningún sentido natural para ellos, o directamente les aterrorizan. Por otra parte, ATEA tiene serias dudas sobre la procedencia de muchos de los animales esclavizados en los circos, pues todo animal perteneciente a una especie en peligro de extinción o protegida debe tener sus papeles en regla. Por no hablar de la vida que se les obliga a hacer; lejos de su entorno natural, enjaulados permanentemente, con todos sus instintos básicos reprimidos, pasan sus días de forma penosa entre traslados de ciudad en ciudad; sólo salen de su habitáculo para los "entrenamientos" o para "actuar", por supuesto, sin sueldo y sin dignidad. Desde ATEA animamos a todos los ciudadanos y ciudadanas de Gasteiz a que comprueben directamente cuáles son las verdaderas condiciones de vida diarias de los animales a los que se obliga a actuar en los circos: dónde duermen, qué comen, cómo se les adiestra, cuánto tiempo pasan encerrados sin poderse mover, qué numeritos deben hacer, en qué condiciones físicas y psíquicas se encuentran, cuál es su procedencia, etc. El mundo del circo no es precisamente idílico para los animales.Existen países en donde ya no se permiten los circos con animales. En Vitoria-Gasteiz, el Síndico ha aconsejado que los circos que utilizan zoos no sean autorizados. Este consejo del Síndico constituye un gran precedente en el País Vasco, en donde existe una Ley de Protección de los Animales que se ignora y se incumple constantemente. En Alemania, desde el año 2.002, la protección de los animales no humanos tiene rango constitucional. Y ése es, en realidad, el objetivo del movimiento animalista: que el maltrato animal sea constitutivo de delito. Entendemos que una sociedad ética y moralmente avanzada debe avanzar poco a poco hacia la consecución de derechos para todos los animales. Un buen primer paso podría ser no asistir a espectáculos en donde se maltrata a los animales para forzarles a realizar actos en contra de su naturaleza y su voluntad.

Pensamos que es escasa la autoridad moral que podemos tener los ciudadanos y ciudadanas de Vitoria-Gasteiz para condenar ciertas formas de violencia como la doméstica (agresiones de género), la política (terrorismo) u otras de carácter cultural (mutilación genital, homofobia), mientras somos partícipes, bien sea en un plano activo o desde nuestra indiferencia, de otras formas de sometimiento a inocentes.


ATEA
Asociación para un Trato Ético con los Animales
30 de julio de 2003

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