La Guardia Civil en la denominada Operación “TROFEO”, desarrollada en las provincias de Madrid y Toledo, ha detenido a cinco personas por llevar a cabo cacerías furtivas en varios lugares de España.
A los detenidos se les imputan los presuntos delitos relativos a la Protección de la Flora, la Fauna y Animales domésticos, así como tenencia ilícita de armas de fuego.
En la operación se han incautado 141 trofeos de caza (venados, jabalíes, muflones, gamos, rebecos, antílopes, pieles de cebra, etc), numerosas armas de caza, silenciadores y miras telescópicas.
Las investigaciones se iniciaron cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la posible existencia de un grupo organizado, que podría estar organizando cacerías furtivas de todo tipo de especies, algunas de ellas en peligro de extinción, en las proximidades de la localidad madrileña de Tres Cantos.
Posteriormente, se pudo comprobar que el encargado de organizar estas cacerías era una persona domiciliada en Toledo, con quien contactaban los cazadores que deseaban participar en ellas. Esta persona contaba a su vez con otros colaboradores de su entera confianza, a quienes asignaba funciones de oteadores y guías de los cazadores furtivos.
Continuando con las investigaciones, se pudo averiguar que se iba a organizar una de estas cacerías furtivas para dos personas de Murcia, que se desarrollaría a finales de octubre en algún coto privado de las provincias de Toledo o Madrid.
Ante la posibilidad de que esta cacería se llevase a cabo en un coto ubicado en la localidad madrileña de Tres Cantos, se estableció un dispositivo especial, cuyo resultado fue la detención de estas tres personas cuando abandonaban el coto de caza a bordo de un todo terreno de alta gama.
Uno de estos cazadores intentó eludir el dispositivo policial dándose a la fuga y fue interceptado minutos más tarde en las proximidades.
Los detenidos son G.G.H., J.G.B. y A.L.R., todos españoles de 30, 48 y 31 años de edad, respectivamente, siendo el primero de ellos el organizador y guía de la cacería y los dos últimos los clientes desplazados desde Murcia.
En el momento de la detención se les incautó un gamo muerto completo y tres cabezas de gamo, un rifle al que se le había adaptado un silenciador y una mira telescópica, prismáticos, linternas, ropas de camuflaje, pasamontañas y guantes.
A raíz de estas detenciones se practicaron varios registros domiciliarios, en los que se intervinieron:
68 trofeos de caza (venado, jabalí, muflón, gamo, corzo, rebeco, etc)
1 aguilucho
2 percheros realizados con pezuñas de ciervo y jabalí
1 carabina modificada artesanalmente en su calibre
1 rifle del calibre 22 y 2 escopetas
Elementos de iluminación, prismáticos y transmisiones
Cuchillos de montería, machetes y navajas multiusos
Ropas de camuflaje
Posteriormente fue localizada en Toledo una cuarta persona que había participado en otra cacería furtiva desarrollada días atrás, por lo que miembros del SEPRONA procedieron a su detención junto con otra persona que había participado en la misma.
Los detenidos son J.L.M. y A.M.G., ambos vecinos de Leganés de 41 y 43 años de edad, respectivamente, a quienes la Guardia Civil ha imputado como presuntos autores de un delito contra la protección de la flora, fauna y animales domésticos y otro de tenencia ilícita de armas de fuego.
En el domicilio del primero de ellos, presunto organizador de la anterior cacería, se intervinieron:
73 trofeos de caza (cabra hispánica, jabalís, corzo, ciervo, ñu, muflón, venado, gamo, antílope africano y faisán, entre otros)
- Una piel de cebra
- 2 armas cortas y 4 largas de aire comprimido
- Más de 300 cartuchos de armas de gran calibre
- 7 focos de gran potencia, silenciadores y miras telescópicas
- Artes prohibidas de caza (lazos, cepos, ballestas)
- Un lanzallamas
En la vivienda del segundo de los detenidos se intervinieron un silenciador, focos de luz, artes de caza prohibida (lazos, red japonesa, entre otros), trofeos de uña de jabalíes y cráneos de bareto.
Ponían a la venta la carne obtenida en sus cacerías
Los detenidos ejercían habitualmente el furtivismo, para lo que estaban completamente organizados y contaban con infraestructura, como un “zulo” donde ocultar las piezas. Además, contaban con un circuito de establecimientos públicos para vender ilegalmente la carne de los animales que abatían, sin control sanitario.
En ocasiones llevaban a cabo sus cacerías con riesgo para las personas, ya que los ahora detenidos llegaron a abatir algunas de sus piezas a menos de 300 metros de un colegio.
Se han iniciado los oportunos expedientes administrativos para proceder a la retirada de las respectivas licencias de posesión de armas.
De las investigaciones efectuadas por el SEPRONA se ha podido conocer que existen entramados perfectamente organizados y estructurados detrás de estas actividades, llegando a pagar por un trofeo “medalla de oro” más de 7.000 euros.
El “Geiper” un especialista en guiar a cazadores furtivos
Estos entramados están dirigidos por un cabecilla, que dispone de personas de su confianza, los cuales son perfectos conocedores de los terrenos cinegéticos donde se puede practicar la caza en toda España. Estas personas son conocidas en su argot como “Geipers” y son los encargados de localizar las piezas a las que van a dar caza.
La forma de moverse y actuar de estas personas denota una total preparación, tanto material como intelectual, fruto de la experiencia en el deporte de la caza y en el manejo de las armas y el equipamiento que portan, que suele ser de última generación, además de contar con conocimientos tanto cartográficos, como del terreno.
Para no ser localizados por los guardas de las fincas y por la Guardia Civil, conocen la ubicación de los sistemas volumétricos de las alarmas y dónde están situadas las casetas de los guardas. Usan escáneres y emisoras con los que están continuamente conectados para poder huir de forma rápida sin ser vistos.
Existen fotografías de la operación a disposición de los medios que lo soliciten en la página www.guardiacivil.org.
Para más información y solicitud de imágenes se pueden poner en contacto con la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil de Madrid en los teléfonos 91. 514. 69. 77 y 91.807.39.02.
Fuente: http://www.mir.es/oris/notapres/year05/np111505.htm
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