La vida de Copito de Nieve se apaga. No sólo lo dicen sus cuidadores y los responsables del zoo de Barcelona. Es que se aprecia a simple vista. Los días lluviosos y con temperaturas más frescas le están dando la puntilla. "En las últimas dos semanas ha disminuido su actividad, no juega y apenas se relaciona con las hembras que viven con él", explica Teresa Abelló, conservadora de primates del parque. Ha perdido unos 10 kilos. El concejal Jordi Portabella, presidente del zoo, insiste en que el animal "se encuentra en los últimos días de las últimas semanas".
El único gorila albino del mundo muestra en su pecho, junto a la axila, una herida de feo aspecto. Es el cáncer que lo está consumiendo. Su rostro es de tristeza. "La enfermedad avanza inexorablemente --relata Portabella--. No podemos saber con exactitud cuándo le llegará la muerte, pero lo que está claro es que no haremos nada por alargarle la vida de forma artificial". Sin duda, Copito está mucho peor que hace dos meses, cuando el concejal anunció que sufría un cáncer terminal.
MÁS DESCENDENCIA
El gran gorila se muere, pero su estirpe se mantiene. Portabella, que ayer presentó el balance anual de nacimientos y nuevas incorporaciones en el zoo, destacó como novedad un nuevo nieto, hijo de Kena (una hija de Copito) y Xebo (un macho procedente de un intercambio con otro zoo). La cría nació el 22 de septiembre y se encuentra en la guardería del parque como si fuera un humano, tapada con mantas y cuidada con pañales, biberones y muchos mimos.
En total, Copito ha tenido 22 hijos, de los que cinco le sobreviven, y ya va por el séptimo nieto, tres de los cuales se encuentran ahora en el zoo de Stuttgart (Alemania). Pese a tan gran familia, nada garantiza un descendiente albino. Ni siquiera un apareamiento entre parientes.
Copito estaba ayer quieto. Se le deja libertad para moverse por su instalación, pero apenas sale al aire libre porque huye del sol. "Ahora le gusta estar solo --afirma Abelló--, y sólo una de sus nietas, Muni, interacciona con él". No se le da una dieta especial, sólo algo de antibióticos.
Copito, que tiene unos 40 años, ha superado ampliamente la longevidad media de los gorilas en libertad (se conocen ejemplares cautivos que han llegado a los 50). Desde hace dos años padece un cáncer de piel del que ha sido intervenido en tres ocasiones, pero el tumor se ha reproducido y no se puede operar. "Tendrá una muerte digna. Lo retiraremos de la vista del público cuando lo creamos conveniente, pero por ahora no parece necesario", garantiza el presidente del zoo.
Portabella también se defendió de quienes han acusado al zoo de pretender sacar provecho económico de un moribundo. "Que quede claro: nunca hubo intentos lucrativos", dijo ayer. Curiosamente, explicó, las visitas aumentaron realmente al anunciarse el grave estado de salud de Copito, el pasado 13 de septiembre, pero "luego se normalizaron y ahora son las típicas de la época".
OTRAS INCORPORACIONES
Como nacimientos destacados en el zoo, Portabella también presentó dos delfines, un chimpancé y un tigre, todos ellos animales de difícil reproducción en cautividad. Asimismo, el zoo cuenta con una nueva especie: una pareja de macacos león llegados en donación desde Gran Bretaña.
En total, en el último año han nacido en el zoo 498 animales, casi el doble que el año anterior (y buena parte de especies en peligro de extinción), lo que Portabella consideró un síntoma "del buen funcionamiento y calidad" del zoo.
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