GeneralDaniel Romero. Desde la Antigua Grecia ya se reflexionaba sobre la singularidad humana. Aristóteles, quien estudiaba con cuidado la naturaleza y los animales, estableció que el hombre era un animal político, zoon politikon, el cual ostentaba la capacidad de razonar a través de un lenguaje complejo. Así pues, como se expresa en Política, podía diferenciar entre lo justo y lo injusto (Aristóteles,1970). Según sus escritos, los animales son dignos de admirar, como seres vivos que son, pero igualmente podían ser instrumentalizados para el beneficio humano.
Miércoles 30 de septiembre de 2020